LA T EXISTE: El colectivo trans sigue luchando por su visibilización

El colectivo trans es uno de los grandes olvidados durante este mes del Orgullo

Lucía Martín Muñoz

El 24 de marzo de este año, las entidades LGTBI organizadoras del Orgullo suspendieron temporalmente el evento en Madrid debido a la pandemia por todes conocida del Covid 19 y prometieron aplazarla una vez superada esta crisis. ¿Dónde queda el colectivo trans?

Los grandes titulares banalizan, ¿cómo no? poniendo cifras a las pérdidas que supone no celebrar este año el Orgullo. Aunque no sea rentable para las grandes cadenas y empresas capitalistas disfrazadas de la bandera arcoíris y que frotaban sus manos como Golum y su tesoro, es importante recalcar que la lucha continua. Una lucha en búsqueda de una sociedad abierta y tolerante que no discrimine por identidad sexual, orientación o expresión de género.

Es necesaria hacer la breve puntualización de que el orgullo es LGTBI, ni LGBI ni orgullo gay. Este último es el más usado por los medios de comunicación y,también, el más buscado. Pueden hacer la prueba de poner en el buscador de Google la palabra orgullo y mirar la tercera opción. Esta concepción de “orgullo gay” no solo deja patente un machismo intrínseco, sino que es el término es erróneo e invisibiliza a todas las demás letras, sobre todo a la T.

El colectivo trans es el gran marginado, como el hijo mediano del que nadie se preocupa, pero que sigue ahí. Se trata de una discriminación sistemática que va desde el acoso callejero y a actos violentos pasando por la dificultad para la empleabilidad. Tampoco debemos olvidar que la sociedad sigue perpetuando un estigma hacia este colectivo difícil de borrar. Además, apenas es apoyado desde dentro del colectivo que debe cederle el apoyo, la visibilidad y la importancia que merece.

Manifestación a favor de los derechos de las personas trans. PLATAFORMA TRANS

Discriminados dentro de las minorías

Aunque considere que las cifras ocultan rostros y experiencias que todes deberíamos ver y escuchar, nos sirven para hacernos eco de una realidad que mayoritariamente, la gente cis desconoce: la marginación de este colectivo.

Según una encuesta realizada a 6579 personas trans del FRA en el 2015 llamado “Ser trans en la UE”, el 54% han sufrido situaciones de acoso o discriminación. Un 22% han sufrido actitudes discriminatorias en la atención sanitaria y un 19% en los servicios sociales. El 44% han sido víctimas de actos de violencia, la mayoría en un espacio público, pero el tercer lugar lo ocupa el propio hogar. 4 de cada 5 considera que su país de residencia ha tomado pocas o relativamente pocas medidas positivas para proteger los derechos de las personas trans.

En España ha surgido la polémica hace poco sobre la discusión de la autodeterminación e identidad sexual que según el PSOE tiene falta de racionalidad jurídica. Un discurso que atenta a la dignidad de las personas trans.

Una vez dejada esta discriminación patente, no debemos olvidar ninguna de las siglas que componen el colectivo y mucho menos a la mujer trans y negra con la que comenzó todo: Marsha P Johnson.

La T no solo existe, aporta e importa.

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