‘Adiós, señor Haffmann’: el retrato de la codicia humana

Adiós, señor Haffmann se convierte en una de las películas necesarias para no olvidar y conocer la crueldad del ser humano

Dicen que el que no conoce la historia está condenado a repetirla. La Segunda Guerra Mundial fue un acontecimiento que ha marcado nuestra historia y nuestra forma de ser. El niño con el pijama de rayas, La lista de Schindler, El pianista, La vida es bella o el Fotógrafo de Mauthausen son algunos de los títulos, de las numerosas películas, que han retratado el horror que se vivió en aquella época. Adiós, señor Haffmann se estrena en cines el próximo 25 de marzo y se suma a lista de películas necesarias para no olvidar y conocer la crueldad del ser humano.

François Mercier es un hombre corriente que sólo quiere formar una familia con la mujer que ama, Blanche. También es empleado de un talentoso joyero, el señor Haffmann. Pero ante la ocupación alemana, los dos hombres no tienen más remedio que llegar a un acuerdo cuyas consecuencias, a lo largo de varios meses, cambiarán el destino de los tres personajes.

Esta producción francesa es dirigida por Fred Cavayé, conocido por otros thrillers como Cruzando el límite, Cuenta atrás o Mea Culpa. El guion, escrito por el mismo Cavayé y Sarah Kaminsky, esta basado en la obra teatral de Jean-Philippe Daguerre.

La codicia del ser humano

Estremecedora y emotiva. Un fiel retrato de las consecuencias de la codicia humana. Así definiría este drama, de casi dos horas de duración. Con un ritmo pausado, la película gira entorno a la vida de tres personajes principales. Joseph Haffmann, interpretado por Daniel Auteuil, François Mercier, por Gilles Lellouche y Blanche mujer de Fraçois, por Sara Giraudeau. Tres historias envueltas en una misma situación pero desde perspectivas muy diferentes.

Fotográma Adiós, señor Haffmann

El señor Haffmann nos evoca la necesidad del ser humano de confiar en los demás. Del peligro que eso supone. El miedo y la angustia de estar encerrados y no saber nada de tus seres queridos. La codicia del que no tiene nada y de golpe lo tiene todo. El olvido de los principios morales. La envidia. Los estereotipos sobre la masculinidad. El yugo del matrimonio. Todo ello, convierte a esta película, en una gran producción que hará que no dejes de estar pendiente de la pantalla ni un solo minuto.

Si bien la película trata sobre la situación de los judíos en Francia en 1941, también es una representación del matrimonio en aquella época. La subordinación de la mujer, los deberes que debe cumplir y la culpabilidad no dejará indiferente a nadie.

Fotograma Adiós, señor Haffmann

Los sentimientos traspasan la pantalla para llegar hasta tu butaca gracias a la maravillosa interpretación de los tres actores principales. Así como a la buena narrativa audiovisual, con la dirección de fotografía por Denis Rouden y la música en manos de Christophe Julien.

Sin duda alguna, Adiós, señor Haffmann se convierte en una gran producción necesaria de ver en los tiempos de hoy en día.

Adiós señor HaffmannCine