Alba Blanco
Irene y Klaus han estado casados por muchos años. Hacen un gran esfuerzo por sacar a sus tres hijos adelante y por fin han conseguido tener su primera casa. Fernando, el mayor de los hijos juega en un equipo de balonmano en otra ciudad. A los dieciséis años se marcha de casa, a una edad temprana y antes de lo esperado, algo que termina afectando a toda la familia, en especial a Irene. El niño se ha hecho grande. (Festival de Málaga).
Con este comienzo, parece que la película de Gustavo Pizzi, podríamos pensar que Benzinho es una historia familiar y tierna que habla del desarraigo de una familia que se va separando porqué tiene que avanzar. No obstante, este film es mucho más.
Su productora, Agustina Chiarino, explicó durante la rueda de prensa que la película tiene muchos momentos y que su cierto carácter internacional puede llevar a que cualquier persona, de cualquier familia, de cualquier parte del mundo pueda sentirse identificado o identificada con esta película.
Gustavo y Karine (actriz protagonista y co-guionista de la película) estaban juntos hace unos años cuando comenzaron a escribir el guion, y según cuenta su productora, el texto que leyó hace seis años se asemeja mucho a lo que se ve actualmente en pantalla.
A su vez, se destacó, durante la rueda de prensa, que el hecho de que el guion se haya escrito en su momento entre un hombre y una mujer determina bastante el carácter y la personalidad de cada personaje.
Coproducida entre Brasil y Uruguay, la productora de este film asegura que el modo que tienen para trabajar en Brasil, poco se asemeja a la forma que tienen de trabajar en su país, Uruguay.
La película, que fue grabada en Petrópolis es una mirada al Brasil que no conocemos.
Películas frescas, nuevas y conmovedoras como “Benzinho” llegan al Festival de Málaga desde la otra punta del mundo, y vienen para quedarse.