Alfonso de la Rocha
La película El Justiciero, protagonizada por Bruce Willis (El Sexto Sentido, La jungla de Cristal, Pulp Fiction etc.) y dirigida por Eli Roth (Knock Knock, EL infierno verde etc.), que se estrenará en España el día 28 de marzo en las mejores salas, ha llegado pisando fuerte y con grandes expectativas.
La película es el resultado de una adaptación de la novela “Death Wish” de Brian Garfield, aunque con una versión, más bien crítica, de la realidad actual que se vive en Estados Unidos, más concretamente la ciudad de Chicago, donde trascurre la acción de la película.
El filme se presenta como una de las tantas tramas que hemos podido presenciar en Estados Unidos a lo largo de la historia cinematográfica. Una familia idílica, y de éxito, donde el padre es el cirujano más prestigioso de toda la ciudad, y tanto su mujer como su hija, simbolizan el clásico arquetipo de la “mujer perfecta estadounidense”. Ambas inteligentes (la hija acaba de ser aceptada en una prestigiosa universidad), a cada cual más atractiva y con una gran simpatía, y predilección, por su padre/marido, presente en cada momento de la historia. Lo que hace especialmente complicada la universalización de los personajes y la identificación de los mismos por parte de los espectadores.
Esta continua escena de felicidad utópica, es interrumpida en el día del cumpleaños de Paul Kersey (personaje interpretado Bruce Willis) cuando éste, inesperadamente, se tiene que ir a trabajar. Dejando a su familia, Lucy Kersey (Elisabeth Sue) y Jordan Kersey (Camila Morrone) a merced de tres ladrones, que entran con intención de robar, y terminan arremetiendo duramente contra ellas.
Crítica a la sociedad estadounidense
En la película, además vemos una contundente crítica a la sociedad estadounidense. Por una parte resalta claramente, y sin tapujos, la facilidad que tiene la población para adquirir armamento de fuego, y como esto es la causa de numerosos conflictos sociales. Y por otra parte, hace ver la marginalidad y la conflictividad de algunos barrios de Chicago, acentuando algunas cuestiones como son las drogas, los tiroteos o los robos.
Una película de un estilo típico americano, donde la acción y el suspense son las principales protagonistas.