Alba Blanco
El emblemático director de “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, David Trueba vuelve con una nueva película a cerca de la melancolía, el pasado, los sueños y la vida.
Una modesta gira de conciertos vuelve a reunir a dos amigos de juventud. Ella, cantante de éxito, ya retirada de la escena. Él, que sobrevive como vendedor de productos cosméticos, pretende relanzar la carrera musical de quien fue su amor de adolescencia.
Protagonizada por Lucía Jiménez y Fernando Ramillo, Trueba nos enreda en una historia de un viaje que descubrirá muchas cuestiones internas de los personajes. “Nace de algunas obsesiones personales y de volver a trabajar con Lucía y Fernando. Uno se mueve por intuiciones y a medida que avanza la película, uno va desarrollando sensaciones”, asegura el director.
Gran parte de esas sensaciones o esos sentimientos que experimentamos, tal y como explicaron sus protagonistas y el director en la rueda de prensa que ofrecieron en el Teatro Cervantes (Málaga), se expresan a través de anécdotas y asuntos más importantes. Y es un poco ahí, donde incide Trueba, en esos asuntos importantes que hemos dejado apartados y que no nos atrevemos a expresar con palabras.
Asimismo, lejos de no hacerlo en otras apariciones en público, Trueba habló a cerca de la sociedad actual como una sociedad que se preocupa encarecidamente en la apariencia física y en la que existe un triunfo de la superficialidad.
La música, que está presente durante todo el largometraje, es interpretada por Lucía Jiménez que no titubea al enfrentarse a planos fijos y largos mientras canta. “La música es muy importante en esta película y para mi personaje más. La música puede bloquear y eso a mi personaje le sucede con una de las canciones de la película”, dijo sonriendo Lucía Jiménez.
Un más que metafórico David Trueba, hablo del cine, de la vida y del paso del tiempo que tanta importancia (Estos dos últimos) tienen en el argumento de la película, a la par que remarcaba lo equivocada que esta la sociedad actual en muchos aspectos. “El aire depende de quien te cuente la estampa. Hay una sensación en la sociedad de que las cosas suceden por inercia”, aseguró.
Vida, tiempo, música y carretera. “Casi 40” es una historia de sueños y caminos que, puedan ser más o menos agradables, nos permiten tratar nuestra propia historia. Y con esta, el paso de nuestra propia vida.