Alba Blanco
Zurdo, un treintañero perdido en el mundo, descubre que está empezando a desaparecer. (Festival de Málaga)
Se está haciendo cada vez más habitual, en el Festiva de Cine de Málaga, ver a personas muy jóvenes implicadas en proyectos audiovisuales. Para el caso del equipo de la película “Desaparecer” fue tan “simple” como hacer un proyecto de fin de máster.
Producida por la ESCAC, esta película sobre la juventud y los sentimientos y sensaciones es de todo menos una película convencional.
Sus protagonistas apuestan con fuerza y valentía por una forma de contar la historia que rompe con los cánones de lenguaje cinematográfico que hemos visto hasta ahora. Su director, Josecho de Linares, que no pudo asistir a la rueda de prensa ni al estreno porque se encontraba en otro festival, cuenta en esta peculiar película el intento de él mismo por hacer una película que no le sale y que le genera ciertas inseguridades.
La trama esencial y todo el mundo que rodea a sus personajes acumuló, nada más y nada menos que, 300 horas de grabación, lo que supuso, tal y como mencionó el equipo todo un logro en el proceso de montaje.
El guion era la partitura, pero el modo de trabajar de los actores era improvisación constante por parte de los actores. El productor contaba como durante una fiesta que se realizó en el piso en el que estaban alojados durante el proceso de rodaje, comenzaron a poner la cámara para grabar y esta recogió casi dos horas de material.
Este peculiar proceso de experimentación, ha culminado con una película que, a pesar de contar una historia corriente, nos transmite las sensaciones que se tienen cuando se es joven y no se sabe muy bien lo que se quiere.
Indecisiones que, sin duda, a las que uno y cada uno de nosotros nos hemos tenido que enfrentar alguna vez.