‘Dragonkeeper’, un viaje fantástico de profecías y dragones

La coproducción China-España que sorprendió al público en la inauguración del Festival de Málaga 2024

El cine de animación en España está pasando por un muy buen momento. Durante el pasado 2023 hemos destacado en la industria con grandes películas como Robot Dreams (dir. Pablo Berguer) o Dispararon al pianista (Fernando Trueba, Javier Mariscal). Este año parece que los festivales siguen apostando por esta parte de nuestra industria, y prueba de ello es la película escogida para inaugurar el Festival de Málaga 2024: Dragonkeeper (o La guardiana de dragones), de Salvador Simó y Jianping Li, que además fue nominada a Mejor Película en el festival.

Fotograma de Dragonkeeper

La película, basada en la novela homónima de Carole Wilkinson (que además participa en la adaptación a guion), nos sitúa en una oscura China imperial. Los dragones, antiguos amigos de los hombres, han desaparecido casi por completo, y los últimos supervivientes han sido esclavizados para beneficio de la dinastía real. Cuando una joven de las montañas consigue liberar al último dragón, ambos tendrán que enfrentarse a múltiples peligros para proteger un huevo de dragón.

El mundo de Dragonkeeper es un universo lleno de texturas, colores y criaturas de todo tipo. El apartado visual es increíble, con un diseño de espacios y luces muy logrado y un estilo tipo Disney para la caracterización de personajes. También se aprecia una fuerte influencia del Studio Ghibli y de películas como La princesa Mononoke. La calidad del apartado técnico y artístico es disfrutable tanto para adultos como para un público más infantil. No ocurre lo mismo con el guion, sin embargo.

Fotograma de Ping, la protagonista de Dragonkeeper

El último film del director de Buñuel en el laberinto de las tortugas se plantea como una historia épica de una joven sirvienta que tiene sangre de guerreros legendarios. Su alianza con los dragones y el entrenamiento de su chi serán claves para salvar la estirpe de los dragones de la mano de hierro de la dinastía china. Estamos ante una leyenda que promete un viaje del héroe en toda regla, en una China fantástica donde conviven la magia buena y la magia negra. Quizá porque parte de un material original para un público juvenil, el guion de Dragonkeeper no termina de sorprender o impresionar al público adulto. Es una película muy bien lograda a nivel técnico, pero falta profundidad en la historia para que termine de enamorar al público adulto.

La película sigue todos los pasos de un filme familiar de fantasía. Tiene una protagonista joven que tiene que domar un nuevo poder, criaturas mágicas que hablan, villanos inconfundibles y hasta una adorable mascota. Consigue innovar a la hora de traer personajes grises cuyas intenciones pueden cambiar a lo largo de la historia, lo cual es interesante. Se toma muy en serio la etiqueta de “épica”, elevando la gravedad del conflicto y sus peligros hasta el final.

El problema con ello es que no hay espacio para el humor o la empatía por los personajes, ni siquiera al principio. La misión de Ping es crucial y peligrosa desde el inicio. Apenas hay tiempo para disfrutar de su relación con el dragón o su entrenamiento como dragonkeeper (término que no se ha traducido en el doblaje, y sonaba bastante mal en sala). De igual manera, la batalla final adquiría tales dimensiones en tan poco tiempo que era complicado seguirle el ritmo.

Dragonkeeper es una aventura épica para disfrutar en familia, para que los más pequeños sueñen despiertos. Una producción de animación internacional sacada adelante con mucho esfuerzo y cariño, y por ello no desmerece ningún reconocimiento. Aunque con un guion mejorable, no deja de cumplir lo que promete: épica, fantasía y dragones.

Tráiler oficial de Dragonkeeper

Más críticas y artículos sobre el Festival de Málaga en nuestra sección de cine