El espía inglés: una guerra fría que es occidentalizada

El espía inglés, la nueva película de Dominic Cooke sobre la Guerra Fría y la historia real de Greville Wynne, el comerciante que acabó como espía en la URSS

Carátula El espía inglés (2021)

Los cines Paz en la calle de Fuencarral (Madrid) presentaron la última producción de Diamond Films. El espía inglés (The Courier) es el nuevo film de Dominic Cooke, también director del éxito que fue proyección especial en el Festival de Toronto: En la playa de Chesil. Esta película se encontrará en la gran pantalla a partir del próximo 29 de octubre.

Esta superproducción británica ha contado con actores del calibre de Benedict Cumberbatch, conocido como Doctor Strage en Los vengadores o Sherlock Holmes en la serie televisiva de la BBC Sherlock. Además, cuenta con Rachel Brosnahan, protagonista de la serie The Marvelous Mrs. Maisel, con Jessie Buckley, conocida por su papel de Lyudmilla Ignatenko en la serie Chernobyl de HBO, y Merab Ninidze, conocido por su aparición en la película que ganó el Oscar a mejor película extranjera en 2002: En un lugar de África.

GUERRA FRÍA OCCIDENTALIZADA

Mapa de alcance de los misiles desde Cuba

El espía inglés deja bastante que desear. Es una película más que trata la Guerra Fría desde la misma perspectiva de siempre: la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) tiene la culpa de todos los males y Estados Unidos no es más que el salvador del mal. En este caso, este film, gira en torno a cómo se descubrió la información sobre lo que desembocaría en la Crisis de los misiles en Cuba (Crisis del Caribe para la URSS). Relata cómo Oleg Penkovsky (Merab Ninidze ) traicionó a su patria y a Kruschev al contactar con Estados Unidos para proveerles información sobre el nuevo movimiento de la Unión Soviética y su estrategia bélica. En esta se incluía el movimiento de misiles a la isla de Cuba, algo que se interpretó como uno de los momentos con mayor tensión entre ambos bloques.

Aunque la película de pinceladas sobre la parte en la que es occidente quien gestiona mal algunas situaciones, se centra en la creación de una imagen sobre la URSS que siempre ha estado clara: la URSS es mala, pero EEUU es bueno. Es por ello que, el bloque occidental decide enviar a Greville Wynne (Benedict Cumberbatch), un simple comerciante capitalista cuyo único objetivo es ganar dinero, para que espíe y lleve la información recopilada por Penkovsky desde Moscú a Londres. Todo esto bajo la tapadera de hacer negocios en la actual capital rusa.

El espía inglés, que cuenta con una base histórica muy buena, cae en los tópicos de la Guerra Fría. La URSS es mala por esa estrategia bélica, mientras que Estados Unidos cuenta con su base militar con misiles en Turquía. Un no-conflicto que desató los nervios de los gobiernos mundiales y de la población al aterrar la idea de una Tercera Guerra Mundial.

OTROS ASPECTOS

En cuanto a las interpretaciones, se observa la magistral interpretación de Cumberbatch en el papel de Wynne. Cómo se compenetra con su personaje para mostrar la evolución que sufre el comerciante. Además, junto a la de Ninidze crean una complicidad de amistad que no se suele ver en películas que relaten este tipo de historias. Cuenta con un magnífico reparto.

Además, la banda sonora original crea un ambiente que atrapa y te mete en la historia. Algo que se ayuda de una fotografía que enriquece el film.

El espía inglés es una película que te atrapa y te llena de intriga. Aunque sea una forma de simplificar un conflicto de la Guerra Fría y de culpar a una de las partes, es una película bastante interesante para ver en la gran pantalla. Una gran pantalla a la que hay que volver.

Tráiler El espía inglés
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