Inspirado en un artículo escrito por la periodista Jessica Pressler publicado en 2015, Estafadoras de Wall Street explica la historia real de un grupo de mujeres que trabajaba en un club de streaptease y que, durante la gran crisis económica de 2008, se dedicaron a robar dinero de hombres ricos para sobrevivir el gran declive económico. ¿Cómo realizaron esta estafa? Organizadas en grupos, las chicas drogaban a sus clientes habituales y les sacaban, en metálico, todo el dinero que podían de sus tarjetas de crédito. Como los clientes no recordaban nada al dia siguiente, la estafa les fue efectiva durante bastante tiempo.
Con un gran elenco respaldando esta producción, Lorene Scafaria, la directora, nos trae la que seguramente es su mejor película hasta la fecha. Dando vida a este fascinante grupo de mujeres tenemos a Jennifer López en la piel de Ramona, acompañada de Constance Wu quien interpreta a Destiny, formando el dúo principal de la película. Un dúo tan bien compenetrado e interpretado que, sin desmerecer el trabajo del resto del elenco, destacan soberanamente por el tono, la seriedad y el compromiso que desprende una JLo como nunca antes la habíamos visto (¿le caerá candidatura al Oscar?) y la frescura y naturalidad que aporta Constance Wu. Unas interpretaciones que aportan el ritmo perfecto a una película trepidante que no te da tiempo a reaccionar.
Completando el grupo de estafadoras tenemos a la joven Lili Reinhart (Riverdale) como Annabelle o a Keke Palmer como Mercedes. El elenco lo completan Julia Stiles, Mette Towley e incluso Cardi B y Usher, con un par de cameos durante el film.
En lo que se refiere a la estructura de la película, Scafaria sigue un guión típico en este género: personajes generalmente pobres que a través de acciones ilegales se hacen ricos prácticamente de la noche a la mañana para caer en un declive igual de rápido. En ciertos aspectos, Estafadoras de Wall Street puede recordar a films como El precio del poder o la más reciente El lobo de Wall Street, aunque su planteamiento general (si no la analizamos más allá) pueda parecer que se trata de una nueva versión femenina de Magic Mike. Lo cierto es que tiene más similitudes con las películas de Scorsese. De hecho, funciona como complemento perfecto de El lobo de Wall Street.
Mientras que en el film de Scorsese conocemos la parte avariciosa de los grandes hombres de Wall Street (como ganan dinero, beben, se drogan y, precisamente, van a club de streaptease), la pelicula de Scafaria muestra la otra cara de la moneda. Muestra esas mujeres en las que los Lobos se gastan todo su dinero, y todos los malabares que tienen que hacer para poder sobrevivir. Si bien Estafadoras de Wall Street es una película sobre una estafa a gran escala, también trata de mujeres que se empoderan, cogen la sarten por el mango (o en este caso la barra de pole dance) y no se quedan en el envoltorio estereotipado de una bailarina del mundo de la noche. Un gran ejercicio de Lorene Scafaria y todo su elenco que, sin duda, tendrá relevancia en esta temporada de premios que ya está a punto de empezar.