Las Leyes de la Termodinámica, “El amor es un misterio, cada uno lo siente de una manera y eso no se puede medir”

Alba Blanco

Era la película de apertura de la 21 edición del Festival de Málaga. Se proyectó en la sala 1 del cine Albéniz a las 10 de la mañana. Poco después, en el Teatro Cervantes sus protagonistas se reunían junto al director para sonreír en el photocall a los periodistas allí reunidos.

Bajo una lluvia fina pero insistente, Paula López y yo nos dirigimos a las 11:45 a la puerta del Teatro Albéniz para presenciar la rueda de prensa con los personajes de esta peculiar película. Un bullicio de periodistas y cámaras inundan una de las salas del cine. Se colocan, se vuelven a colocar. Así hasta que encuentran el lugar perfecto para posicionar la cámara.

Al entrar el equipo de la película, un montón de flashes disparados como cohetes espaciales empiezan a apabullar los oídos de los allí presentes. Mateo Gil, Berta Vázquez, Vito Sanz, Chino Darín, Vicky Luengo y Juan Bettancourt se sientan en la mesa, acompañada por un colaborador del Festival de Málaga que va guiando el coloquio.

La charla comienza de manera distendida. Pronto empiezan las preguntas. El director de la película, Mateo Gil, reconoce entre risas a un periodista haber leído algunos libros de física y ser un apasionado de la materia. A su vez, afirma haber dejado libros a los actores, libros que según él, seguro no leyeron. “No he leído libros de física. Me resultaba imposible. Nos amparábamos en Mateo”, ríe Vito Sanz, uno de los protagonistas masculinos de “Las leyes de la termodinámica”.

Berta Vázquez, protagonista femenina junto a Vicky Luengo reconoce sentir gran curiosidad por la física cuántica y afirma haber mantenido diversas conversaciones, especialmente con Mateo, a cerca de lo complejo que puede llegar a ser a veces el amor, como una teoría científica que se explica y a la vez se complica: “Tuvimos muchas disputas acerca de si el amor se puede medir o no en leyes”.

Mateo Gil, que se topó con esta idea leyendo un libro de física, cuenta sonriente que todo lo que dicen los actores, a nivel científico, en la película es cierto. A su vez, reconoció de manera honesta que los nuevos formatos con los que se trabaja en cine abren un abanico de posibilidades mucho más amplio que cualquier otro formato anterior al digital: “No soy muy fan del celuloide. Una película como esta no podría haberse hecho en 35 mm”.

Vicky Luengo, que afirma que el rodaje de “Las leyes de la termodinámica” fue complicado, elige la escena del choque (nos abstendremos a spoiler) como una de las más complejas de grabar: “Fue un rodaje duro pero muy divertido”.

La película habla al espectador de cómo el amor puede, en ocasiones, aturullarnos y llevarnos a extremos que nunca antes podríamos haber imaginado. Obsesiones, inseguridades, impulsos y atrevimientos que conviven junto a un personaje, el de Manel (Vito Sanz), que lucha contra sí mismo y contra esa fuerza misteriosa e inexplicable que ni todas las teorías científicas del mundo juntas podría entender: el amor.

“El amor es un misterio, cada uno lo siente de una manera y eso no se puede medir”, afirma sonriendo Berta Vázquez.

Tanto el director, como Chino, Juan, Vicky y el resto del elenco reconocen que el equipo de “Las leyes de la termodinámica” ha sido realmente bueno y que eso ha favorecido mucho a medir los niveles de entropía que pueden surgir a lo largo de un rodaje.

Escenas complejas, personajes neuróticos (Vito Sanz) y algo más atrevidos (Chino Darín), una comedia romántica verdaderamente entretenida, un equipo de lujo y una teoría física de por medio envuelven al espectador en un núcleo de amores complicados y relaciones humanas que, por mucho que la ciencia trate de encontrar, no responden a ninguna de las incógnitas del corazón humano.

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