Alba Blanco
Bajo la música de Clint Mansell, ‘Loving Vincent’ sumerge desde el minuto uno al espectador en un cuadro.
Corre el verano de 1891. Nos encontramos en Francia. Vincent Van Gogh había muerto el 29 de julio de 1890, a la edad de 37 años, y en extrañas circunstancias. El joven Armand Roulin al cual, le da voz y cara (aunque esta esté dibujada) Douglas Booth, viaja hasta París para entregarle una carta al hermano del que fue su amigo, Vincent Van Gogh.
No obstante, en París no queda rastro de Theo del que muchos cuentan que murió poco después que su hermano.
Con esta tensión y esta historia contada al óleo comienza LOVING VINCENT. Toda una obra de arte del siglo XXI, que se entremezcla con las pinturas del que fue, es y será uno de los mejores pintores que ha conocido este planeta.
La dirección de esta maravillosa película corre a cargo de Dorota Kobiela y Hugh Welchman. El 19 de marzo de 2014, la 1 mostraba el trabajo de la película LOVING VINCENT que por ese entonces estaba ya en circulación.
En la producción de esta compleja película trabajaron codo con codo más de 120 pintores, que fueron responsables de dibujar y colorear a mano cada uno de los 65000 fotogramas de esta historia que, en realidad, es un gran cuadro pintado.
Actores como Chris O’Dowd, John Sessions, Helen McCrory, Eleanor Tomlinson o Saoirse Ronan, dan voz y cara a estos personajes dibujados que nos cuentan la historia de uno de los pintores más influyentes de todos los tiempos.
La sorprendente belleza visual, la pausada y a la vez violenta música, los paisajes pintados al óleo, la turbulenta y enrevesada historia y sus rocambolescos personajes, hacen de LOVING VINCENT no solo una pieza audiovisual de gran calidad, sino toda una obra de arte pictórica para la historia.
Cuando el arte habla de arte. Justo ahí, se esconde la verdadera belleza.