Sitges presenta ‘Silent Night’, la película que todos hemos vivido

‘Silent Night’ abre sección oficial en Sitges, con una propuesta en la que, de forma indirecta, se ven reflejos de los estragos causados por la pandemia

Alba Blanco

La sección oficial de Sitges de este año, cuya edición finaliza hoy, no ha dejado a nadie indiferente. La película de animación “Mad God” ha dado mucho de que hablar. Tampoco se quedan lejos otros filmes como “Inexorable” o “Tres”. Sin embargo, “Silent Night”, la película que hoy nos ocupa y que es motivo de mi columna semanal, viene a hablar, bajo mi humilde óptica, de algo que todos hemos vivido con la pandemia.

En la historia, al más puro estilo británico, un grupo de viejos amigos se reúne por Navidad en una idílica casa de campo. Todo parece perfecto: el ambiente, la comida, los reencuentros, la decoración… Salvo un inconveniente. Todos van a morir debido a la destrucción inminente de la humanidad. Para evitar el sufrimiento, el Gobierno recomienda a los ciudadanos tomarse una pastilla que les conduzca a la muerte sin dolor. ¿Aceptarán todos estas circunstancias?

La película es trágica y tiene momentos de un desesperado dolor. No obstante, el humor negro consigue que el espectador recuerde la fortaleza del ser humano, incluso en sus momentos más difíciles. Aquella que hace que nos riamos hasta de las circunstancias más desesperadas.

La eutanasia (mediante el consumo de la “milagrosa pastilla”) es uno de los principales temas que se vislumbran sin ser abordado como tal. Constantemente los personajes aluden al concepto de “muerte digna”. Esto genera muchas controversias en el filme, y quedan perfectamente captadas por el personaje de Roman Griffin (nuestro Jojo Rabbit) que hace el papelón de su (corta) vida.

El espectador va a sentirse identificado con muchas situaciones que viven los personajes. Incluso en ocasiones, sentirán que ya las han vivido. Despedirse de un ser querido por videollamada, el aislamiento total mientras el mundo se derrumba a tu alrededor, la ansiedad por un futuro desesperanzador que se acerca sin que se pueda hacer nada, la polarización de los medios de comunicación…

“Silent Night” es una película redonda, con un guion perfecto y con unas interpretaciones brutales. Hay escenas que te dejan sin habla.

Recuerdo ver la película y sentir un extraño sentimiento de reconocimiento. Aquellas imágenes, aquellas situaciones (salvando las debidas distancias), se habían vivido en nuestro mundo. Quien tuvo la mala suerte de padecerlas en primera persona sabe de lo que hablo, quien (como yo) lo vio por televisión recordará lo sucedido.

“Silent Night” no habla de la pandemia de la Covid – 19. Ni mucho menos pretende hacerlo. Sin embargo, emula una situación que nos es familiar. El sentimiento de incertidumbre, de pérdida, de soledad, de no escapatoria, de mundo incierto… Todo eso, sí habla de los estragos que ha generado la pandemia en nuestras vidas. Vidas, que por cierto, parecen ir dirigiéndose poco a poco a aquello que llamábamos normalidad. Pero no la nueva, sino la de antes. La de verdad.

Si no ves “Silent Night” por su reparto de lujo (Keira Knightley o Matthew Goode), al menos hazlo por sus momentos cómicos ante la pesadilla. Sin duda, no creo que haya mejor lección de resiliencia que el humano ante una situación desesperada. Parafraseando al filósofo romano Marco Aurelio, “nada le ocurre al hombre que no pueda soportarlo”. Esta película es mayor ejemplo y destrucción.

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