Te presentamos a Chlöe’s Clue, el proyecto musical de Raquel Adalid, que acaba de publicar el álbum ‘Carmín y Rubor’. Una colección de canciones con un tono íntimo y personal que zarandean al oyente entre el canto y el llanto de manera constante. Charlamos con ella sobre el significado de este lanzamiento, su trayectoria musical y los referentes que la han llevado al momento actual de su música.
¿Cómo definirías tu producto/proyecto en un solo párrafo?
Cantos-llantos ligeros para bailar pegados.
En este nuevo trabajo, te acercas notablemente a la música latina, pero; ¿a qué estilo crees que se acerca más dentro de ella?
Es un cocktail de estilos e influencias. por supuesto hay mucho de Latinoamérica en este nuevo disco pero una de las premisas quw nos pusimos a la hora de producirlo fue la
¿Por qué Carmín y Rubor?
El rubor es señal de sinceridad y honestidad. Es una respuesta natural e involuntaria de nuestro cuerpo que nos delata, que habla por y de nosotros sin pedir permiso y muestra nuestros los sentimientos más puros y escondidos. En cambio, el carmín tiene ese acento muchas veces pretencioso, llamativo y artificial. El es el aderezo que le ponemos a la realidad para embellecerla, resaltarla o esconderla, para despistar la atención.
Este disco es el rubor que destapa mis verdades -mis penas, mis inciertas predicciones de futuro, mis dolores, mis morriñas de los días de gloria pasados, mis llantos, mis celebraciones…- pero maquillado y aderezado con carmín. A veces para tapar verdades, otras para destapar mentiras hechas con verdades.
Pese a esos ritmos latinos, algunas letras parecen querer esconder ciertas penas. ¿A qué van dedicados los lyrics?
Ay… Si desvelo eso me pongo colorada y tanto rubor no es bueno… Mejor que cada uno se cree sus personajes mentales, así es más divertido y menos ruborizante.
Tienes ya fechas en Madrid, Valencia y Barcelona. ¿Qué sientes en el escenario?
Me arde el cuerpo, se me quitan las penas, me quito los miedos y disfruto sabroso. Nada tiene que ver con cantar en soledad, con cantar a través de una pantalla o en un estudio. Es algo delicioso.
¿Quién dirías que son tus referentes?
Jero Romero, Devendra Banhar, Lou Doillon y Adam Green son mis constantes, los que siempre escucho y nunca me canso de bailar.
Ahora también estoy muy obsesionada con Daniela Spalla, Bándalos Chinos y Luca Bocci.
¿Cuál es ese sueño que te queda por cumplir?
Tocar en el auditorio de los Jameos del Agua en Lanzarote.
¿Algún consejo para ese artista o esa banda que no se atreve a empezar en esto y no sabe muy bien qué camino escoger?
El camino a escoger se encuentra caminando, pero no parado. A lo único que hay que atreverse es a tocar, a tocar mucho y muy desinhibido. Así te autoconoces, te mecer y acabas atreviéndote.
¿Qué te preguntarías a tu yo del futuro (dentro de un año)?
¿Sigues haciendo movimientos arrítmicos con las piernas en los directos?