El séptimo LP de la neoyorquina es un periplo que lleva al oyente a descubrir todas las caras de la artista
Hilario Martínez
Alicia Keys habla alto y claro en su nuevo disco. La cantautora consigue así la libertad artística que todos anhelan. Hace algunos años se quitó el maquillaje para ser un poquito más suya. Con Girl On Fire ya rompió los esquemas que la ataban. Fue ahí cuando todo dejó de estar medido al milímetro. HERE fue el golpe en la mesa, la voz en alto que se permitía imperfecciones. ALICIA es, después de todo, un reflejo de libertad que demuestra que Keys es capaz de sonar de maneras muy diferentes.
Eso sí, este último álbum también es un guiño a sus comienzos, a ese piano y a esa voz rasgada que duele profundamente cuando uno sabe que lo que canta es de verdad. Previsto para salir en marzo de este año, el coronavirus hizo que los planes de la neoyorquina tuvieran que pegar un giro de 180 grados. De ese modo, este viernes 18 de septiembre fue la fecha elegida por Keys para sorprender a sus seguidores. Después de numerosos singles y canciones promocionales, ALICIA está aquí y parece ser un proyecto que ha llegado para quedarse.
Tono político y mezcla de sonidos
ALICIA es la evolución perfecta para una artista que lleva años saliendo del molde. Desde los primeros segundos de Truth Without Love el oyente sabe que lo que viene es un torbellino de identidades y géneros. Con una voz claramente editada en algunos puntos, Keys se lamenta por haber tenido que escribir una canción así, desde el despecho y el reproche. A continuación, Time Machine se suma a esos ritmos ochenteros que vienen siendo clave durante todo este 2020. Ese mismo truco más movido es explotado por cortes como Authors of Forever (que es una auténtica delicia que tiende más al pop) o Love Looks Better, el último single.
Piano, reggae y smooth R&B
Para los amantes del reggae, la artista ha elaborado a fuego lento canciones tan acertadas como Wasted Energy junto a Diamond Platnumz o (en menor medida) Me x7; de la mano de Tierra Whack. La Alicia de siempre aparece en los mejores momentos del álbum: la archiconocida Underdog, Gramercy Park, Perfect Way To Die (con el tinte político que caracteriza al lanzamiento) Show Me Love junto a Miguel y Good Job. La colaboración con Jill Scott puede que sea el tema más difícil de asimilar pero, tras varias escuchas, termina por convencer.
El smooth R&B se palpa en So Done junto a Khalid y 3 Hours Drive en colaboración con Sampha. Son dos joyas para disfrutar con una copa de vino, la luz tenue y un poco de lluvia en la calle. Alicia Keys no se ha olvidado de nada en esta nueva propuesta. El tema junto a Snoh Aalegra, You Save Me, es otra reminiscencia a la chica del piano. Sin embargo, se desmarca del resto por ese toque de elegancia que Aalegra aporta a todas sus composiciones.
Alto y claro
ALICIA no es uniformidad. De hecho, es justo lo contrario. Es un álbum que revela todas las caras de Keys. Esta nueva propuesta es, sin lugar a dudas, un intento por demostrar versatilidad y relevancia. La neoyorquina es sinónimo de continuidad en el tiempo, adaptación y buen gusto. La elegancia en su música siempre va de la mano de temas directos y muy trabajados. Esta vez, Alicia Keys habla alto y claro en su nuevo disco y todo el mundo debería estar escuchando.