Tras dos años desde el primer single, por fin llega el debut de la estadounidense
Hilario Martínez
Ya estaba tardando demasiado. Después de dos años desde Sweet but Psycho, Ava Max elabora pop sin artificios en Heaven & Hell. Con un concepto que gira en torno a la típica dualidad cielo/infierno, la artista logra satisfacer al público y a la crítica. Eso sí, si esperas algo diferente a lo que ya conocías de la estadounidense este no será tu disco ideal. Por otro lado, las comparaciones con Lady Gaga están fuera de lugar. Más allá de la imagen, no hay reminiscencias ni similitudes en ninguna de las dos. De hecho, puede que Heaven & Hell sea el disco pop medido que Katy Perry lleva años buscando.
La primera mitad son cortes más dulces, centrados en el concepto de “cielo”. Sin embargo, temas como OMG WHat’s Happening podrían encajar mucho mejor en la segunda parte. Lo que está claro es que aquí hay una primera concentración de singles: la propia OMG What’s Happening, Kings & Queens y Naked. Por su parte, Torn es el purgatorio. Es decir, la transición entre los dos mundos. En la sección dedicada al infierno, también hay una concentración de singles: Who’s Laughing Now, So Am I, Salt y Sweet but Psycho. A simple vista, Heaven & Hell podría ser un recopilatorio de grandes éxitos de la artista.
Dualidad y recetas pop
De los nuevos temas, destacan Born to the Night, Belladonna y Rumors. Call Me Tonight pasa a un segundo nivel y Take You To Hell y Tattoo salen peor parados. La intro (H.E.A.V.E.N) es bastante acertada, amena y fiel al sonido general del álbum. Es la invitación a un universo doble creado para los amantes del pop más clásico y pegadizo. El sonido ABBA de Torn no se explota más allá y, a decir verdad, hubiese sido un acierto total. Eso sí, siempre que no se llevase al extremo. Algo que ha hecho muy bien Dua Lipa en Future Nostalgia.
Heaven & Hell es la receta pop que algunos hubiesen querido para su debut. Con muchos singles que el oyente medio puede reconocer, el disco se hace ameno, entretenido y de fácil digestión. Más allá de las estructuras típicas y el sonido poco arriesgado, no hay nada que reprochar a la artista. Ava Max elabora pop sin artificios en Heaven & Hell pero eso, en estos tiempos, es un acierto en el mainstream que llevábamos demasiado sin presenciar. La continuidad de la artista dependerá de la evolución en sus composiciones.