El pasado 14 de febrero vio la luz el quinto álbum de Justin Bieber, Changes.
Justin Bieber se convirtió en un fenómeno mundial a una edad muy temprana. Con 13 años firmó un contrato discográfico millonario y cuando cumplió la mayoría de edad ya batía récords en las listas de éxitos. A pesar de todo, él no era feliz y llevaba consigo una carga muy pesada formada por problemas que la fama había creado o agravado.
“Es duro levantarse de la cama por la mañana con una buena actitud cuando estás agobiado por tu pasado…”
Justin Bieber
Así, cuando Justin decidió darse un tiempo para desintoxicarse de su pasado dejó a la industria musical sin uno de sus mejores cantantes. En ese momento el pop estaba en su punto álgido, todo el mundo quería hacer pop y este género lideraba las listas de éxitos.
Sin embargo, la industria de la música no espera a nadie y 5 años es mucho tiempo. El pop tal y como lo conocíamos en 2015 ya no existe, se ha tenido que reinventar combinandose con otros géneros y creando fórmulas nuevas (Ariana Grande con thank u, next, Billie Eilish…)
Justin llevaba 8 años demostrando que no era una moda pasajera mientras sacaba éxito tras éxito cuando se alejó de la industria. Por ello, era una gran incógnita el cómo iba a volver al mundo de la música. En otras palabras, ¿sería capaz de recuperar su puesto?, ¿creía que el panorama iba a estar tal y como estaba cuando se fue?
Yummy, el primer single de su esperadísimo quinto álbum, llegó el 3 de enero y ya acumula 200 millones de visualizaciones en YouTube.
La canción Yummy no se ha librado de la polémica; desde la teoría conspiratoria que sostiene que la canción hace referencia a una red de pederastia muy conocida en EEUU hasta el comportamiento cargante del cantante para conseguir que su canción fuese Nº1.
Las teorías que tomaban fuerza en Internet han sido desmentidas por el propio Justin, que asegura que esta, como todas las demás canciones del disco, tratan sobre el amor que siente hacia su mujer, la modelo Hailey Bieber.
Por otro lado, la extraña actitud de Justin rogando a sus fans que escucharan la canción no ha pasado desapercibida y hasta su rival en las listas de éxito Roddy Ricch hizo un llamamiento para que la gente la escuchara.
A pesar de los esfuerzos de Justin, la canción The Box, de Roddy Ricch, se quedó con el primer puesto en el ranking de Billboard y Yummy con el segundo.
Un mes después del lanzamiento de su primer single llegó el disco, Changes. Ha pasado de hacer el pop más comercial a presentar un disco R&B con letras de amor para su mujer.
Los ritmos y las bases de las canciones son muy parecidas entre si, aunque ese parecido no impide escuchar el disco entero y las colaboraciones, entre las que destacan Quavo, Kehlani y Post Malone, no podrían ser más acertadas. Algunas de las colaboraciones, como la de Quavo en la canción Intentions, ya se han convertido en las más populares de su perfil de Spotify.
A partir de la decimotercera canción llamada Changes, que también da nombre al disco, la dinámica sonora cambia. Toma protagonismo el sonido de la guitarra y las canciones se convierten en cartas de amor más íntimas.
“Like the best of our worlds collide, never understood what it meant, It meant to submit to love…”
That´s What Love Is, Justin Bieber.
Las comparaciones son odiosas y Changes, como todo álbum sucesor a un gran éxito comercial como fue Purpose, no ha podido librarse de las expectativas prejuiciosas.
A juzgar por los números, el nuevo disco de Justin Bieber ha sido todo un éxito. Este mes de febrero se ha coronado como el cantante más escuchado en Spotify con más de 64 millones de oyentes mensuales.
Está claro que Justin ha vuelto dejando su infantil personaje atrás y parece que el mundo le va a dejar expresarse y reafirmar su lugar en la música.
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