Ari Aster: El genio emergente del terror elevado

EL CINEASTA QUE CON SÓLO DOS LARGOMETRAJES HA CONSEGUIDO GENERAR UNA TENSA CONTROVERSIA ENTRE LOS FANS DEL GÉNERO Traumas familiares, graves trastornos mentales, el culto a lo oscuro y una violencia brutal. Así se presenta en pantalla este neoyorkino capaz de llevar nuestra mente al estado más perturbador sin necesidad de recurrir a los tan arraigados tópicos que este género acarrea. Llevamos décadas acostumbrados al terror de los sustos “inesperados”, a los fantasmas, demonios, zombies o asesinos que aparecen de pronto y, acompañados de un fuerte estruendo musical, nos hacen saltar de las butacas y tirarnos las palomitas por encima