Y es, desde esta óptica igualitaria que el virus ha desdeñado entre sus pacientes, desde la que el poder debe actuar contra la desigualdad
Alba Blanco I Navydream
Las películas de ficción y de superhéroes nos han enseñado mucho en estos tiempos que corren sobre el sentido del poder y de la responsabilidad. Como bien le dice momentos antes de morir el tío de un, ya convertido en Spiderman, Peter Parker, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
Si nuestros políticos fueran Spiderman, y nosotros fuéramos los ciudadanos de Nueva York, asustados y perseguidos por el Hombre verde, la situación sería la siguiente. Spiderman solo velaría por sus amigos de turno y el Hombre verde ya se habría hecho con algún que otro transeúnte desgraciado.
En este sentido, nos encontramos ante el momento de la responsabilidad. Pero en concreto, hacia la responsabilidad de lo social. Hacia aquella que, casi sin quererlo, revienta toda la estructura económica del estado de bienestar y acaba haciendo diferenciaciones según privilegios económicos. Acrecentando la desigualdad.
Quién iba a decirle a Peter Parker, hace tan solo un mes, que se encontraría con esta situación. En la que, no es un color o un partido político el que nos acecha, sino un virus. Virus que muta a la velocidad de la luz y que no hace distinciones entre sus víctimas.
Y es, desde esta óptica igualitaria, que el virus ha desdeñado entre sus pacientes, desde la que el poder debe actuar. Esto implica muchas cosas. Pero en especial, supone no hacer distinciones a la hora de dotar de ayudas económicas. Eso sí, de hacerlo, tomando siempre una mirada consecuente: una familia con mayores ingresos no tiene las mismas necesidades que otra que tiene menos.
Se trata de implementar la lógica de la igualdad. Pero no de la igualdad que da a todos por igual disponiendo de distintos recursos económicos. Sino de aquella que da en función de lo que recibe. En este aspecto, en muchas áreas tendrá que batallar nuestro superhéroe para no dejar a nadie fuera. Ya saben, por responsabilidad.