Adam Driver se enfrenta a algo peor que los dinosaurios en “65”: la crítica

¿Es la nueva película de Adam Driver tan mala como dicen?

Tras irse extinguiendo en la taquilla estadounidense, 65 llega a las salas españolas, abriéndose paso ante un nuevo público y su criterio. Pero eso sí, este parece el mismo que el de su país natal, y aviso desde el principio, no han llovido los halagos. Y es que, ni una nave de última generación, ni capacidades de lucha contra reptiles gigantes son suficiente para acabar con el mayor enemigo de esta cinta de ciencia ficción: la crítica cinematográfica.

La cinta nos presenta a Mills (Adam Driver), un piloto que, durante un viaje espacial, sufre un accidente y cae en un planeta desconocido. Este astro resulta ser la Tierra, pero hace 65 millones de años, donde se encontrará con hambrientos dinosaurios que le pondrán difícil, a él y a Koa (Ariana Greenblatt) la otra única superviviente, escapar del planeta y volver a casa.

Trailer de la película

A la trama podéis sumarle el drama resultante de la pérdida de seres queridos, las dificultades de la paternidad o la barrera que se forma entre los protagonistas al hablar un idioma diferente. Esto es suficiente para poder construir una historia sencilla en la cabeza sobre qué pasara en la película. Y sí, es justo lo que te imaginas, ni más ni menos.

Su guion, increíblemente obvio y predecible es uno de los puntos que más vulnerables de 65. Es exactamente lo que se podría esperar de una mezcla entre Jurassic Park, Interestellar, Alien e incluso algo de El Planeta de los Simios. Sin embargo, en su defensa, he de decir que en ningún momento la película pretende hacerte creer lo contrario. Sus directores, Scott Beck y Bryan Woods, nos presentan un film con ritmo frenético que, pese a su falta de originalidad, consigue no aburrirte. A esto último también contribuye su metraje, que no supera la hora y media, algo poco habitual últimamente.

Volviendo a aspectos negativos Los Angeles Times advirtió a la audiencia con un elocuente titular, “65 millones de razones para evitar esta película”. Un golpe duro contra esta producción que, debemos admitir, tiene numerosos puntos que no se pueden rebatir. Desde la actuación del nominado al Oscar Adam Driver, que no se luce para nada, aportando demasiado seriedad a una cinta a la que le ayudaría no haberse tomado demasiado enserio, hasta una historia ilógica y rehusada que sorprende viniendo de los guionistas de Un Lugar Tranquilo, los propios directores.

Fotograma de la película, vía JB Hi-Fi

Sin embargo, no puedo decir que 65 sea una película completamente mala, incluso tiene sus momentos. Las localizaciones son increíbles, cuenta con interesantes movimientos de cámara e incluso la relación entre protagonistas funciona.

Es cierto que no saca partido a su planteamiento y que podría haber sido bastante más interesante, pero después de verla queda claro que tampoco le interesa hacerlo. Es simple, efectista, poco original y no sigue la lógica en muchos momentos, pero es una cinta hecha para no ser cuestionada. Su fin es mantener al espectador entretenido durante su visionado sin ambicionar ser recordada unos días después, y para eso resulta perfecta.

Mi opinión sobre este apocalipsis cretácico se ve reflejada con las palabras de David Fear en su crítica para la revista Rolling Stone: “65 no es lo suficientemente mala como para ser solo mala y nada buena, ni lo suficientemente buena como para tomárnosla enserio”

En definitiva, si se decide ver 65, recomiendo seguir una breve guía antes de comenzar:

  1. No tomársela del todo enserio
  2. Olvidar la lógica
  3. Preparar unas palomitas
  4. Desconectar

Porque seamos sinceros, buena no será, pero tampoco se aleja del taquillazo de canales como Cuatro o Neox. Y es que esos los vemos igual.

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