Claves para interpretar el cine de Yorgos Lanthimos

UN ACERCAMIENTO AL UNIVERSO DIEGÉTICO DEL CINEASTA GRIEGO

El que conozca el cine de Yorgos Lanthimos está familiarizado con diálogos extraños y deshumanizados, personajes que hacen alarde de una estaticidad insólita mientras presencian hechos grotescos o inadecuados, situaciones sexuales incómodas y, en cierto modo, espeluznantes, y argumentos distópicos cuya conexión con la realidad genera, sin lugar a dudas, una profunda reflexión sobre las relaciones humanas y sus límites más extremos.

El joven cineasta griego nos ofrece una visión del mundo distorsionada pero anclada en los cimientos más básicos de nuestra existencia: cómo nos comunicamos, cómo nos relacionamos, la paternidad, el concepto de familia, el amor, y la relación de todo ello con la sociedad.

EL DIRECTOR QUE CONSIGUIÓ LLEVAR EL CINE EXPERIMENTAL A LA GRAN PANTALLA

Yorgos comienza su carrera realizando obras que, dentro de la concepción actual del cine, podrían considerarse “experimentales”. En 2005 lanza Kinetta, una producción que, si bien mucho tiene que decir de su manera de narrar y puede considerarse la obra primigénea del director, no trasciende a nivel europeo ni mucho menos internacional (teniendo en cuenta el extraño universo en el que Lanthimos quiere sumergirnos, es comprensible que tardara en calar en el público a nivel masivo). Cuatro años después nace lo que podría considerarse su ópera prima en cuanto a reconocimiento cinematográfico: Canino, protagonizada por Angeliki Papoulia (también protagonista de Kinetta).

Cartel promocional de Canino

Canino nos cuenta la historia de tres hermanos que viven encerrados en el domicilio familiar a cargo de sus sobreprotectores padres. Para mantenerles a salvo del mundo exterior, estos padres deciden reconstruir el lenguaje, dotando a las palabras de significados diferentes a los que tienen en el mundo real. Así, un zombie es una flor amarilla, un gato es el animal más peligroso del mundo, y los niños sólo salen de casa de sus padres cuando se les cae de forma natural uno de sus colmillos.

Esta película, hipnótica en su surrealismo, es la que, tras una aceptación curiosa y sorprendida del público y la crítica, da el impulso a Lanthimos para comenzar a trabajar con actores de renombre internacional. Comienza con Rachel Weisz y Collin Farrel (que se convierte en actor fetcihe del realizador, protagonizando también su siguiente película) en Langosta (2015), que nos presenta una sociedad distópica en la que ser soltero es ilegal y está penado con algo “distinto” a la muerte: la transformación en animal.

Dos de los carteles promocionales de Langosta

Podemos intuir con ambas sinopsis la diatriba mental a la que nos lleva Yorgos (que parece que disfruta dejando al espectador confuso, perdido y replanteándose los principios más estables de la vida humana).

EL SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO

En 2017, Yorgos vuelve a la carga de la mano de Collin Farrel y la ya actriz-leyenda Nicole Kidman, para ofrecernos un film en el que ya sólo el título nos perturba. Y aquí viene la confusión, ya que el público se había acostumbrado a leer la crítica social y a “entender” lo que Yorgos quería transmitir con el trasfondo de sus dos trabajos anteriores.

Cartel promocional de El sacrificio de un ciervo sagrado

Lo que sucede con El Sacrificio de un Ciervo Sagrado es que, a primera vista, no encontramos sentido a los hechos acontecidos, no hay una explicación fácil para entender esta historia, que impacta a nivel visual y psicológico. En ella, un matrimonio de médicos que vive a todo lujo con sus dos hijos, se verá obligado a afrontar que una terrible enfermedad desconocida vaya atacando uno a uno a los miembros de su familia, introducida de forma casi mágica por el enigmático personaje de un adolescente que mantiene una extraña relación con el protagonista.

Fotograma de El sacrificio de un ciervo sagrado. Filmaffinity.

Como pista, el que quiera intentar comprender esta obra tendrá que echare un vistazo al mito de Hifigenia, y mezclarlo con la hipocresía y el egoísmo de las alta clases sociales.

CON QUÉ PRETENDE YORGOS LANTHIMOS SORPRENDERNOS EN EL FUTURO

Tras el estreno de la multipremiada La Favorita, obra en la Lathimos dirige pero no guioniza (protagonizada por Rachel Weisz, Olivia Colemman y Emma Stone), se rumorea que su próximo trabajo se tratará de una adaptación de la novela de Jim Thompson Pop.1280.

Esperamos con los ojos abiertos y la mente despierta para ver de qué manera consigue sorprendernos otra vez este singular creador.

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