‘El cazador de recompensas’ (‘Dead for a Dollar’), el nuevo western de la mano de Walter Hill, llegará a salas el próximo 5 de mayo
‘El cazador de recompensas‘ (con título original ‘Dead for a Dollar‘) es el nuevo proyecto de Walter Hill (conocido director de ‘The Warriors‘ o ‘The Driver‘). Un western, con su respectiva historia de venganza, que cuenta con actores de renombre como Willem Dafoe o Christoph Waltz. El guion está coescrito por el propio Hill junto a Matt Harris. Un reparto de lujo conforman una película que no logra una fotografía a la altura. Y para mi sorpresa, por primera vez desde hacía mucho, salgo desilusionada de una sala de cine. Pero empecemos por el principio.
El género western parece haber vuelto a renacer y este es solo un ejemplo más de los que vemos cada año. Esta historia nos sitúa en un Texas de 1897. Martin Kidd (Hamish Linklater), un hombre de buena familia, acude al legendario cazarrecompensas Max Borlund (Waltz). Su esposa Rachel Price (Rachel Brosnahan) parece haber sido secuestrada a manos del desertor Elijah Jones (Brandon Scott). Su trabajo consiste en dirigirse a México y traerla de vuelta a cambio de una gran suma de dinero. Por otro lado, el pistolero, asesino y ladrón Joe Cribbens (Dafoe) sale de prisión, jurando buscar venganza contra aquellos que le encarcelaron. Entre esos se encuentra el cazarrecompensas Borlund.
Una historia de venganza en un ambiente de vaqueros y criminales nunca está de más. O bueno, casi nunca. Y es que me cuesta buscar palabras para este largometraje. El comienzo ya presagia una película que no va a ir a mejor. La presentación de los personajes deja mucho que desear. Todos dicen cómo son, pero les cuesta mostrarlo. Mucho diálogo para algo que no va bien, donde un guion que no funciona arrastra una dirección que no puede mejorarlo. Nada fluye, todo te lleva hacia una historia por la que acabas perdiendo cierto interés.
Una película con el presupuesto para pagar a actores de renombre o unos buenos efectos especiales pero no para una fotografía a la altura. Planos bonitos que quedan destrozados por un filtro amarillo sin ninguna dimensión en busca de crear la atmósfera tan típica de México, pero que se queda en eso, en unas buenas intenciones.
La película tiene fecha de estreno en España el 5 de mayo, aunque ya se presentó en la Sección Oficial de la pasada Mostra de Venecia (fuera de competición). La crítica está siendo muy diversa, aunque si tengo que soltar una lanza a su favor diré que por lo menos la narración es fluida y, por lo menos a mí, no se me hizo demasiado pesada.