Crítica ‘El buen patrón’: La medida justa de humor y mala leche

La candidata española a los Oscar llega a las salas de cine sin un gran escaparate pero con muy buen fondo. ‘El buen patrón’, lo último de Bardem, es un reflejo satírico y alocado que sopesa con precisión la relación amor-odio con su protagonista.

El principio de incertidumbre de Heisenberg determina la imposibilidad de medir cualquier cosa con una total precisión y arbitrariedad. Una teoría principalmente científica pero que se puede aplicar a todo. Dos personas describirán de forma distinta a una tercera solo por el hecho de tener experiencias distintas. Y esto sucede incluso en las críticas de cine. Aún así es bastante acertado afirmar que ‘El buen patrón’ de Fernando León de Aranoa es posiblemente la mejor película española en lo que llevamos de año. Y es por ello que ha sido seleccionada como candidata nacional para los Oscar.

Javier Bardem y Almudena Amor durante el rodaje. Filmaffinity.

La película se sitúa en la empresa Basculas Blanco, la cual está dirigida por el carismático Julio Blanco ( interpretado por Javier Bardem (‘Dune’ 2021)). Esta se encuentra en la recta final de un concurso a la excelencia empresarial, a la espera del examen sorpresa de la comisión para dar un veredicto. Por ello todo ha de estar en perfecto estado de revista. Pero una serie de sucesos, que en un primer momento no tendrán demasiada importancia, provocaran una explosiva reacción en cadena que pondrá en jaque el “equilibrado” ecosistema de Basculas Blanco. Esto resultará en una carrera a contrarreloj y sin escrúpulos por parte de Julio el cual tiene una única obsesión: llenar el único hueco de su pared de premios empresariales.

Esta obra de Fernando León de Aranoa pasa de largo la mera comedia para convertirse en una sátira con muy mala leche. Un reflejo, en formato de humor, de las personalidades que ostentan el poder. Y en el centro de esta Javier Bardem, con quien ya trabajó en ‘Loving Pablo‘ (2017). Bardem se muestra camaleónico y se adueña de la pantalla en todo momento. El oscarizado actor español logra meterse en la piel de Julio Blanco y básicamente transformarse en él. Los gestos, la actitud, la forma de expresarse lo convierte en el perfecto patrón. Perfecto por idéntico, no por bueno. Y lo logra mantener en las dos horas de metraje que dura la cinta, la cual tiene en su mayoría secuencias largas y complejas. Sin desmerecer al resto del reparto, que conforma y da vida al universo que trae de cabeza al protagonista y logra la risa del espectador.

Blanco se presenta como el personaje pícaro que causa sentimientos encontrados en el espectador. Filmaffinity.

En cuanto al otro gran protagonista, el guión, escrito también por el propio Fernando León de Aranoa. Este está medido con exactitud, logrando una historia redonda. Las tramas parecen ir sucediéndose de forma caótica, apareciendo las sorpresas, problemas y situaciones más surrealistas una detrás de otra sin descanso. Pero si se tiene en cuenta que no es obra del azar sino el resultado de la tinta sobre el papel la admiración por la capacidad del director de crear este rompecabezas crece. Además de su perfecta ejecución a la gran pantalla, añadiendo al guión lo que no se dice pero sí se ve.

Por lo tanto ‘El buen patrón’:

TE GUSTARÁ SI: Buscas una película española de calidad pero sin ser una españolada. Una cinta más cercana a ‘El reino’ de Rodrigo Sorogoyen que los ‘Ocho apellidos vascos’ de Martínez-Lázaro.

NO TE GUSTARÁ SI: Esperas una comedia simple, con porrazos y palabras malsonantes. Aquí, con un humor ácido y en ocasiones algo retorcido, no encontrarás ninguna “torrentada”.

Trailer de ‘El buen patrón’.
El buen patrónJavier Bardem