Crítica ‘Maixabel’: una batalla de duelo y perdón

‘Maixabel’, escrita por Icíar Bollaín e Isa Campo, se adentra en los encuentros restaurativos entre exmiembros de ETA y víctimas del terrorismo

Sara Rico

Algo curioso de esta película es que te deja sin palabras. Al terminar, lo único que se escuchaba en la sala era la banda sonora que pone fin al filme. El público estaba totalmente en silencio, no comentaba la película. Maixabel es de ese tipo de películas que te sobrecogen tanto que tardas en asimilar lo que acabas de ver. 

En este filme Icíar Bollaín (junto con Isa Campo en el guion) plasma mucho más de lo que parece. Cuando lees la sinopsis crees que vas a ver una película sobre Maixabel Lasa y su decisión de tener encuentros restaurativos con aquellas personas que cambiaron su vida al completo, los asesinos de su marido Juan María Jauregui. Pero va más allá de esta narración. Aunque verdaderamente escrito en el guion se encuentra esta historia, en el trasfondo se encuentran miles de víctimas y victimarios, y también, toda una sociedad que vivió los años de una ETA activa.

La importancia de una buena interpretación para calar en el espectador

Es una película densa, de eso no hay duda, por la complejidad de la historia que narra. Puede ser lenta en algunos momentos de la trama, pero es tal el nivel de la intensidad interpretativa que no puede dejar indiferente al espectador en ningún momento. Es una batalla entre dos titanes interpretativos, Blanca Portillo y Luis Tosar. La construcción de los personajes es tan real que parece que estás viendo a los verdaderos Maixabel Lasa e Ibon Etxezarreta. También destaca la interpretación de María Cerezuela en el papel de María. La escena en la que se entera que han asesinado a su padre es verdaderamente sobrecogedora. Estas interpretaciones, en su brillantez, no van a ser indiferentes en las galas de premios que están por venir, especialmente para La Academia, huelen a Goya. 

Suena tópico pero Maixabel es una película muy necesaria y que el público debe ver para entender un poco más la complejidad que se crea en esta relación entre víctimas y victimarios, algo que es muy difícil de conocer salvo que te encuentres en una de estas dos situaciones. Gracias a que este filme, que plasma a la perfección toda esta complejidad, el espectador se adentra en algo desconocido, en gran parte, para la sociedad española y comprende un poco más de su historia.