Crítica ‘Salve María’: El terror de la maternidad

Salve María, la más reciente película de Mar Coll, es una adaptación de la novela Las madres no de Katixa Agirre. El texto original es ya de por sí una obra que ya de por sí es compleja y provocativa. La historia explora temas como la maternidad, la culpa, y la identidad femenina, abordándolos desde una perspectiva poco convencional. La cinta busca trasladar la complejidad emocional y psicológica del libro a la pantalla con un estilo propio y una dirección minuciosa.

La película sigue a María, una escritora y madre que se ve inmersa en una espiral de preguntas difíciles y dolorosas después de ver en las noticias como una mujer comete un acto inimaginable: asesinar a sus propios hijos. La narrativa evita el sensacionalismo y opta por sumergirse en los efectos devastadores de este suceso en la protagonista. A través de su proceso de escritura y su proceso de ser madre, trata de comprender no solo a la otra mujer, sino también sus propias experiencias y sentimientos como madre.

Laura Weissmahrse es un pilar fundamental con su actuación

Uno de los puntos fuertes de la película es la actuación de la protagonista Laura Weissmahrse, quien interpreta a María. Con una sutileza y profundidad que capturan la ambigüedad de su personaje. Su actuación transmite la tensión interna de una mujer atrapada entre el deseo de ser una madre perfecta y el terror real de no estar a la altura de ese ideal. A través de su mirada y sus gestos, la actriz consigue expresar una amplia gama de emociones que van desde la admiración hasta la repulsión, la compasión y el desasosiego. Oriol Pla, como ya es costumbre, logra ser el complemento perfecto de Weissmahre. El actor catalán entrega una actuación que acompaña los diálogos hilados de forma muy fina y punzante.

En los primeros minutos, Salve María establece un tono contenido que torna poco a poco a un tono sombrío, incluso terrorífico. La dirección de Mar Coll se centra en la psicología de los personajes. Coll se detiene en los detalles que revelan el estado mental de la protagonista. Las miradas perdidas, las pausas en las conversaciones y los silencios llenos de significado hablan por sí solas. El lugar de abordar la maternidad desde una perspectiva heroica, Salve María se adentra en los territorios de la duda, la frustración y la desesperanza. La cinta muestra que no todas las mujeres experimentan la maternidad de la misma manera ni bajo las mismas expectativas. Mediante este realismo logra convertir la cotidianidad en un thriller de terror.

Salve María se convierte en un thriller de terror

Visualmente, al inicio la película adopta una estética que complementa el tono emocional del relato. La estética avanza hacia una atmósfera de terror mediante una paleta de colores dominada por tonos fríos y apagados, como el gris, el azul y el verde oscuro. El color logra reflejan la atmósfera de soledad y angustia que envuelve a María. Los encuadres, a menudo cerrados y claustrofóbicos, subrayan la sensación de aislamiento de la protagonista. La fotografía logra transmitir al espectador esa situación en la que no puede encontrar respuestas fáciles. La fotografía de Nilo Mur juega con las sombras para crear una atmósfera inquietante y mantener al espectador en un estado de expectativa e incertidumbre.

La narrativa de Salve María avanza con un ritmo pausado pero constante, permitiendo que los eventos se desarrollen de manera orgánica y que los personajes se expresen con naturalidad. Mar Coll no se apresura a resolver los conflictos, sino que deja que la tensión se acumule lentamente. Genera una sensación de incomodidad que persiste a lo largo de toda la película. Esta elección contribuye a la complejidad de la trama, ya que el espectador, al igual que María, se ve obligado a enfrentar las preguntas incómodas que surgen: ¿Qué significa ser madre? ¿Hasta dónde llega la empatía cuando se trata de entender a alguien que ha cometido un acto tan atroz?

El guion captura la esencia de la obra original

El guion, escrito por Coll en colaboración con Valentina Viso logra capturar la esencia de la obra de Agirre. Destaca su tratamiento de la culpa y la presión social que experimentan las mujeres en torno a la maternidad. Los diálogos son concisos pero cargados de significado, lo que permite que las emociones de los personajes se transmitan con efectividad sin diálogos expositivos.

La película también se apoya en una banda sonora que resalta los momentos clave de la trama sin invadir el espacio emocional de los personajes. La cinta opta por un acompañamiento musical sutil que contribuye a mantener la atmósfera de tensión y suspenso.

En resumen, no dejará indiferente a nadie

Salve María aborda temas espinosos que invitan a la reflexión y desafían las ideas preconcebidas sobre la maternidad y la identidad femenina. Mar Coll, con su dirección precisa y un enfoque narrativo valiente, ofrece una película que incomoda, que mueve y que no dejará indiferente. Es un recordatorio de que el cine no solo está para entretener, sino también para confrontar y cuestionar las normas sociales y las expectativas que recaen sobre las mujeres en nuestra sociedad, yendo más allá de la pantalla.

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