‘Inland’, una carta de presentación en un perturbador thriller dramático que gira en torno a la misteriosa desaparición de una madre
‘Inland’ es la carta de presentación del joven cineasta británico Fridtjof Ryder. Un largometraje de 82 minutos que se desliza entre drama, thriller y algunos toques de terror. La composición de los planos, el montaje y la música crean una atmósfera de ansiedad y oscuridad en la ciudad de Gloucester, al suroeste de Inglaterra. Muy pocos personajes para recrear una historia que parece beber de la influencia de directores como David Lynch o Nicolas Roeg.
Un niño en el bosque con un jersey rojo que grita mum! (¡mamá!). Así da comienzo el peculiar ‘Inland‘. Pasamos a un ahora adulto de ascendencia romaní que regresa a su ciudad natal Gloucester. Allí Dunleavy (interpretado por Mark Rylance), el dueño de un garaje y un viejo conocido, le acoge y le da trabajo. Nuestro protagonista arrastra la misteriosa desaparición de su madre. Años después, sigue siendo un chico solitario en cuya cabeza todavía da vueltas a la forma de encontrarla y traerla de vuelta.
Podríamos hablar mucho más de lo que no se dice en la película que lo que se dice en sí. Ya en la presentación, el niño se topa en el bosque con una escultura. Muy poco sentido tiene que se encuentre colocada entre árboles. Y es que vivimos la película a través de nuestro protagonista, por lo que hay detalles que quedan fuera de nuestro control. ¿Esa estatua representa a su madre? ¿Por qué se toca la cara y aparta la mirada? ¿Estaba realmente ahí o ha sido colocada por su mente tiempo después? Recuérdala, es importante.
Una voz en off a modo de perturbador narrador aparece y reaparece en la cinta. Un especie (como dice Filmin) de cuento de hadas, oscuro y enigmático. Dunleavy, entre delirios, parece actuar como un padre. Enciende la chimenea y le da una manta, se preocupa de que esté bien. Aporta la calidez en una historia fría y seria. Además, él es el único con el que puede hablar de su madre, porque también la conocía.
Una historia íntima basada en la obsesión por la ausencia de una madre. Pega su foto junto a un espejo porque desea verse junto a ella como un adulto. Es el tema central de la historia y la justificación de su comportamiento. Esto lo vemos también en su relación con un tal Toby, quien le evita desde el principio. Precisamente su ausencia en Gloucester está relacionada con un incidente con Toby.
Importante también cierto bar en la periferia al que acude con un compañero del taller y un par de peculiares tipos (por decir algo) amigos de este. Probablemente aquí es donde nos topamos con más esencia de David Lynch y su ‘Twin Peaks‘. Quizás también porque es imposible no toparse con Lynch en una atmósfera que el cineasta domina. En este bar la conciencia se nubla y la línea entre realidad y ficción de emborrona por completo. Pero no quiero decir mucho más. Creo que cada espectador entiende la película de una forma diferente.
Probablemente esto último es lo más interesante. Acaba siendo un rompecabezas sin una explicación clara. La interpretación original, ya sea fortuita o intencionadamente, se la guarda nuestro director y guionista, pero nos regala la libertad de entenderla a cada uno de nosotros. Y si hago un segundo visionado, seguro que agrega matices nuevos o reinterpretaciones. La libertad en el último plano de la película puede que otra persona lo entienda como el fin. Aunque igual en cierta forma es lo mismo. No lo sé. Vedla en Filmin, y si os apetece me contáis.