Los sasquatch llegan al festival online de Filmin
Aunque se ha demostrado que el film no es apto para todos los gustos, Sasquatch Sunset ha causado sensación allá donde se ha estrenado. Después de pasar por Sundance o Berlín, este documental absurdo ha llegado a España a través del Atlántida Mallorca Film Fest, el evento del año para la plataforma de streaming Filmin.
La película juega con la técnica documental presentándonos la forma de vida de estas criaturas durante el transcurso de un año. Cazan, se desparasitan, construyen refugios, procrean y, en definitiva, intentan sobrevivir como pueden. El resultado final podría parecer el proyecto más bizarro jamás visto en National Geographic.
Probablemente nos encontremos ante una de las comedias absurdas con mejor cinematografía de la historia. La cinta combina hermosos planos con grotescos comportamientos, resultando innecesariamente desagradable en algunos momentos (las cacas no son tan divertidas como muchas comedias nos quieren hacer creer). Después de ver la propuesta del dúo artístico David Zellner y Nathan Zellner, la verdad es que los sasquatch me caen un poco peor.
Sean conocidos como Big Foot, yetis o Pie Grande, estos animales fantásticos han tenido su propia versión en multitud de culturas. No es la primera vez que aparecen en nuestras pantallas, pero nunca lo habían hecho de este modo. “La mayoría de ficciones que hablan de ese tipo de seres lo hacen desde el punto de vista del hombre, y nosotros queríamos retratarlos adoptando su propia perspectiva” declara David, codirector. Lo interesante es ver cómo la película se desenvuelve desde el punto de vista de estas criaturas. El ser humano permanece ajeno a ellos pero está presente en su mundo, pues es el mismo al nuestro. Conforme avanza la historia, el grupo de primates se va acercando a la civilización, alterados ante su extraña naturaleza.
Sin recitar un solo diálogo, un reparto encabezado por Riley Keough (Zola, Mad Max: Fury Road), utiliza un amplio repertorio de gruñidos durante los noventa minutos de duración del proyecto. Keuogh comparte el peso del proyecto con un también irreconocible Jesse Eisenberg (La red social, Zombieland). Resulta inevitable pasar (al menos) la primera media hora de metraje intentando descubrir quién está debajo de cada montón de pelo.
Sunset Sasquatch es una atrevida apuesta con una premisa original. Pero su peculiar mirada no ha resultado suficientemente efectiva para mí. Como cortometraje sería un proyecto redondo pero, aunque no pierde la fuerza de su planteamiento, acaba resultando algo anecdótica. Sin duda, todo esto es cuestión de gustos.
La película se encuentra disponible en Filmin como parte de su festival estival, lista para generar nuevas opiniones entre aquellos a los que la escena inicial de 2001: Una odisea en el espacio (Kubrick, 1968) les supo a poco.