Smile 2: una sonrisa nunca hizo tanto daño

Naomi Scott se proclama como una de las actrices del momento con el papel más difícil de su carrera.

En Smile 2 La estrella del pop mundial Skye Riley está a punto de embarcarse en una nueva gira mundial cuando empieza a experimentar una serie de sucesos cada vez más aterradores e inexplicables. Angustiada por la espiral de horrores y la abrumadora presión de la fama, Skye tendrá que enfrentarse a su oscuro pasado para recuperar el control de su vida antes de que sea demasiado tarde.

Cuando vemos que una película exitosa tendrá segunda parte nos asustamos. “Las segundas partes nunca son buenas”. Muchas sagas de películas intentan estirar el chicle de una trama que no da más de sí. Con esta se rompe esa maldición.

Parker Finn, director de Smile, se atrevió a volver a coger los mandos de esta secuela, aún con el riesgo que eso conlleva. Y mejor no le podía haber salido.

En Smile 2 se utiliza la fama de Skye como un medio para contar la presión de la exposición mediática constante. Nos muestra el descenso a locura de un personaje que ya venía roto por culpa de traumas del pasado. Aquí explora como la mente es capaz de trastocar nuestro día a día y como la culpa no nos permite avanzar.

El “demonio” de esta secuela no solo sirve para recordarnos lo que somos. También muestra un camino cuesta abajo de la mente humana.

Por eso Smile 2 no trata sobre monstruos, no de su origen, no de como vencerlo. Si no más bien nos cuenta como una persona a pesar de creer haber superado su pasado, lo revive hasta perder la cabeza. La culpa es el verdadero monstruo de esta película.

En cuanto a interpretaciones, Naomi Scott está arrolladora en esta película. Logra transmitir a la perfección la fragilidad del personaje, la angustia de estar atrapada entre la fama y los demonios internos. Una cosa queda clara y es que su interpretación es el punto fuerte de Smile 2.

Otro punto fuerte son los planos de cámara. Parker Finn sabe cómo transmitir en cada plano, en cada movimiento. Tiene claro lo que quiere y te lo muestra. Esto no es típico en películas del género de terror ya que apuestan sobre todo por lo que hay en las sombras y no en como mostrarlo.

Tampoco podemos pasar por alto el homenaje que Ray Nicholson hace a su padre, Jack Nicholson, con su malévola sonrisa en ‘El Resplandor’. No se puede discutir que no son padre e hijo.

Como conclusión, Smile 2 es, para mí, de las mejores películas de terror del año. Superando incluso a su antecesora. Tensión y terror en su máximo nivel. Muy recomendada si eres fan de este tipo de género.

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