La serie de ‘La Casa del Dragón’ no volverá hasta 2024, pero el escritor George R. R. Martin no ha parado de escribir
El pasado lunes HBO Max publicaba el último capítulo de lo que se convierte en la primera temporada de ‘La Casa del Dragón’. La celebración fue por todo lo alto. Nada más y nada menos que los icónicos Cines Capitol fueron el lugar elegido. La influencer María Herrejón se encargó de animar al público y ofrecer algunos regalos. Pero la noche solo acababa de empezar. Llegó por sorpresa Tom Glynn-Carney, el actor que encarna a Aegon II Targaryen, ¡y disfrutamos de una entrevista en directo!
Esa gran presentación no pudo ser mejor. Seguidamente, con móviles apagados, se proyectó el último capítulo, y vaya capítulo. Los aplausos y vítores no cesaron en ninguna secuencia. Vamos a hacer un repaso de todos los detalles que ocurrieron en ese esperado final. Pero cuidado, ¡va a haber spoilers! La serie la podéis ver al completo en la plataforma de HBO Max.
Duros golpes para Rhaenyra
En el penúltimo capítulo éramos testigos de como el bando verde usurpaba el trono, coronando a Aegon II Targaryen. Notábamos la guerra más cerca que nunca. Veíamos a Rhaenys y su dragón Meleys, aún sin terminar de elegir bandos, huyendo y no acabando con los verdes. Pues bien, el capítulo 1×10 tiene como protagonistas a Rhaenyra y Daemon, del equipo de los negros. La tensión desde el inicio se ve acompañada por una fotografía más oscura, justificada en parte por su escenario en Rocadragón, pero también por las graves circunstancias.
Como decíamos, Rhaenys llega con Meleys a Rocadragón para traer las malas nuevas: el rey Viserys (padre de Rhaenyra y hermano de Daemon) ha muerto, pero no solo eso, los verdes han declarado al pueblo la corona como suya. Estas noticias provocan una de las escenas más horribles de la temporada: el parto prematuro de Rhaenyra. La escena en sí es muy explícita y bastante dura de ver. Resulta un primer golpe para los negros. Sin embargo, a través de planos intercalados entre el sufrimiento de la reina, vemos a su dragón, haciendo hincapié en ese vínculo especial entre dragones y jinetes, que será importante a lo largo del episodio. Daemon, en contraposición a la noticia, reacciona con ganas de guerra, empezando a planificar.
El capítulo no dejará de propiciar golpes duros contra los negros. Rhaenyra sufrirá la pérdida de dos de sus hijos en menos de veinticuatro horas, además de la noticia del fallecimiento de su padre. Todo esto mientras delegan en sus manos la posibilidad de empezar la guerra. Pero no estará todo perdido.
Rhaenyra, reina legítima: comenzamos a ver bandos
El funeral de lo que iba a ser su primera hija, donde a través de planos cortos notamos el dolor solemne que sienten Daemon y Rhaenyra, es protagonista de un primer paso hacia la guerra por el trono. Er Erryk Cargill irrumpe con la corona que ha cogido de Desembarco del Rey, y que entrega a los negros como muestra de confianza. Daemon corona allí mismo a Rhaenyra.
A lo largo del capítulo, se ilumina ese precioso mapa de Rocadragón por las llamas (mapa que ya apreciábamos en ‘Juego de Tronos’, aunque apagado). Vemos una clara inferioridad de los negros. Hasta que aparece Corlys Velaryon, con una salud todavía débil. Jura lealtad a la reina, mostrando todo lo que tiene y posicionándose finalmente junto a los negros. Rhaenys por fin se termina de posicionar. Ya comenzamos a distinguir los bandos.
Con los aliados empezando a posicionarse, llega la primera gran decisión de la reina, mandar a sus hijos mayores en sus dragones para buscar aliados. Jacaerys, el mayor, volará al Nido de Águilas y después a Invernalia. Lucerys, el pequeño, lo hará a Bastión de Tormentas. A lo largo de este capítulo ya notábamos cierto protagonismo para este último. La conversación inicial con su madre, tan íntima y sincera, dan muestra de una relación especial. No obstante, sabiendo que serie es la que vemos, nos pone en alerta antes lo que pueda pasar.
La hoja del libro
En plena tensión, vislumbran en el mar un galeón que lleva por bandera un dragón verde con tres cabezas. Daemon, que piensa que su hermano ha sido asesinado por los verdes, prepara su espada. El mismísimo Lord Hightower, mano del rey y padre de Alicent llega para reunirse con Rhaenyra. Les ofrece un trato bastante vejatorio para los negros, pero a cambio no habrá guerra. A su vez, le da a la joven una hoja de un libro por parte de Alicent, que dice que no olvida su antigua amistad. Pero, ¿qué significa esa hoja?
La hoja es parte de un libro que estudiaban juntas, y que la joven y alocada Rhaenyra arrancó. Lo podemos ver en el capítulo que iniciaba la serie. Más profundamente, esa hoja representa a la princesa Nymeria, quien en un barco se llevó a los suyos para evitar que murieran en la guerra. Podría ser una clara advertencia, a la vez que juega con sus sentimientos.
Rhaenyra ahora será quien menos quiere la guerra. Reclama su corona como heredera, pero no quiere reinar sobre un pueblo de cenizas y huesos. Los dragones les dan poder, pero siguen siendo un peligro. En este punto, solo la reina mantiene la compostura. Daemon, junto a más hombres, ve la guerra como opción más acertada.
Daemon y la “nana” Valyria
Una de mis escenas favoritas de este capítulo tiene como protagonista a Daemon haciendo algo que no esperaba ver: entonar una nana. No tenemos la traducción, pero esa canción atrae a Vermithor, un dragón adulto con el que no querríamos tropezar. Pertenecía al rey Jaehaerys I Targaryen y su poder es enorme. Daemon quiere dragones a toda costa, y tener a este ejemplar de su lado resulta aterrador.
Lucerys y Aemond, un desgraciado error
La esencia de ‘Juego de tronos’, donde ningún protagonista está a salvo, aparece más que nunca en el final del capítulo. El joven Lucerys llega en su dragón a Bastión de Tormentas, pero el tiempo no le acompaña. Las nubes son frondosas y el frío se hace notar. La preciosa fotografía de este capítulo vuelve a aparecer cuando baja de su dragón y aparece de fondo esa gran bestia Vaghar, la dragona de Aemond Targaryen. Los verdes se le han adelantado.
Tras un breve riña que nos eriza la piel con Aemon, quien le exige un “ojo por ojo”, la calma vuelve al ser escoltado hacia afuera. No obstante, la lluvia y la vuelta se convierte en una pesadilla con la sombra de Vaghar y su jinete. Una pesadilla larguísima que termina con la muerte del joven y su dragón en unos segundos imposibles de sacar de la cabeza. Volvemos a ver que los dragones no se pueden controlar, y que ellos solo son niños, intentando actuar como adultos. Notamos arrepentimiento en el rostro de Aemond. Solo quería asustarlo. Un gran error que anuncia la esperada guerra.
Este capítulo ha causado bastante revuelo entre aquellos que han seguido el libro, pues en este no pone lo que ocurre, simplemente desaparecen en las nubes. Hay que recordar que ese libro está escrito por un maestre, que hace de historiador, por lo que su versión da bastante cancha a la serie. Hay que diferenciar lo que se narra de lo que ocurrió en la realidad.
Repaso temporada
La primera temporada ha sido por completo un prólogo de la inevitable guerra Targaryen por el trono. Treinta años se han enmarcado en diez capítulos. Cada uno ha ido sembrando poco a poco el carácter de los personajes y la importancia de sus acciones. La siguiente temporada, si mantiene esta esencia, va a ser espectacular.
El autor George R. R. Martin anunciaba que ya lleva escrito tres cuartas partes del próximo libro, en el que se basa la serie. Ha hecho público que es el más largo hasta ahora. A los fans de la serie nos va a tocar esperar por lo menos hasta 2024 para ver qué ocurre. Por lo menos sabemos que este no es el final. HBO confirmó hace tiempo la segunda temporada.