‘Vértigo’ de Rigoberta Bandini: Buscarse en un mundo sin frenos

A través de ‘Vértigo’ descubrimos una parte del origen de Rigoberta Bandini

“Ese día tiré mi bolso al mar y me di cuenta de que hay que hacer mucha fuerza para que algo se aleje a una distancia considerable de una misma”. Paula Ribó – todavía no existía Rigoberta Bandini en el momento de escribir Vértigo – sirve de ejemplo para todas aquellas personas que tienen frente a sí mismas un abismo de incertidumbre.

En su caso lo propicia una ruptura sentimental que antecede a la temida crisis de los 30, aunque podría tratarse de la crisis de cualquier otra década, la pérdida del empleo o cualquier cambio drástico que ofrece la vida.

La autora se permite estar triste a lo largo de las menos de cien páginas que abarcan este relato. Se fusiona el duelo con la necesidad de producir en un mundo acelerado en el que parece imposible tomar aire antes de continuar. Para lograrlo, el alterego de Ribó se escapa a Noruega en solitario. Un trayecto en el que evitará consultar el teléfono y en el que alternará con personas que es consciente que no volverá a ver en su vida.

La artista escribió el libro antes de que existiese su alter ego.

De este momento de crisis, reflexiona en el prólogo desde la actualidad, es de donde vienen algunas de las canciones que han elevado a la artista en los últimos años. El final de la relación se antoja como excusa para replantearse el rumbo de la vida, preguntarse por el camino a seguir.

Todo el proceso de reflexión se aborda desde una edición muy cuidada. Dentro encontramos páginas en colores fosforitos y cartas escritas desde su retiro en el hotel adosadas a modo de cuaderno de recortes.

“Cuando decides poner fin a una relación no solo estás despidiéndote de esa persona sino también de ti misma”

Rigoberta Bandini

Vértigo de Rigoberta Bandini es una historia breve – quizá demasiado -, que nos traslada a los momentos de duda que toda persona vive a lo largo de los años. Una lectura ligera ideal para devorar en una tarde de domingo con la que la tristeza de Ribó nos sacudirá a la vez que sentimos más cerca la salida de los infiernos agarrados de su mano. En un mundo acelerado lo normal es sentirse perdido, lo necesario es no dejar de buscarnos.

Paula RibóReseña