Los fallos atrás unidos a la incapacidad ofensiva hacen que el Shalke acabase derrotado en su campo ante el Augsburgo
Yeray Sánchez
Se abrían las puertas del Veltins-Arena para disputar un partido entre dos equipos con objetivos diferentes; un Shalke que busca plaza en Europa League, y un Augsburgo nadando frenéticamente hacia la orilla de la salvación.
El partido arrancó con gran intensidad y faltas muy al límite llegadas de ambos bandos. Una de esas faltas hizo que el Augsburgo se pusiera por delante antes de los 10 minutos del partido con un preciso disparo a la escuadra de Löwen.
Tras el gol, la forma del partido ya no cambiaría: los locales manejando el cuero ante un rival agazapado en su campo, listo para aprovechar cualquier error.
Curiosamente, la mejor del Shalke llegó a la contra a los 27 minutos cuando un envío largo puso a Matondo sólo delante de la portería rival. Pero la jugada fue bien desbaratada por el arquero visitante Andreas Luthe.
Poco más pasó en los primeros 45 minutos. El partido se fue al vestuario con aquel tanto logrado en los primeros compases del choque.
Los fallos atrás fulminan al Shalke
La segunda mitad tuvo la misma tendencia que la primera, el Shalke intentado romper lineas con balón mientras que el Augsburgo buscaba su oportunidad en jugadas endiabladamente rápidas.
Tras 4 minutos de juego, el Augsburgo mandó el primer aviso, cuando Niederlechner, en una jugada muy parecida a la de Matondo, disparó a puerta rival, siendo su tiro detenido ésta vez por el cancerbero local Schubert.
Al Shalke no le sonreía la suerte, y menos tras la lesión de Suat Serdar poco antes de la hora de encuentro. Vargas, del Augsburgo, también tuvo que abandonar el verde físicamente tocado.
Un error de Oczipka a los 60 minutos hizo que el Augsburgo tuviese el segundo gol en botas de Niederlechner, pero volvió a fallar contra Markus Schubert.
Pese al juego de toque del Shalke, su mejor ocasión de la segunda parte llegó tras un saque de esquina a los 70 minutos, rematando en falta el punta austriaco Gregoritsch.
A los 75 minutos ocurrió lo que estaba escrito: el segundo gol del Augsburgo. Una vez más a la contra, una vez más con un fallo defensivo, una vez más con un tiro fácil para los delanteros atacantes. El gol lo anotó Sarenren Bazee.
Tras el segundo gol, se vio un Shalke el cual, definitivamente, estaba negado en ataque y con unos jugadores que, claramente, habían bajado los brazos.
En el descuento del partido se volvió a repetir la tónica general. Un error en la defensa y un gol fácil para el Augsburgo que acabó de resolver un partido ya prácticamente cerrado.
0-3 al pitido final, alejando el sueño europeo del Shalke y acercando la ansiada salvación del Augsburgo.
Actuación arbitral
El colegiado del encuentro, Sascha Stegemann, tuvo trabajo sobre todo en los primeros 20 minutos de choque, cuando ambos conjuntos peleaban intensamente por el esférico.
Stegemann tuvo una actuación correcta, manteniendo una actitud dialogadora y permisiva, sin ninguna tangana ni excesivas protestas por parte de los jugadores.
Mostró dos amarillas claras, ambas al cuadro visitante, una a los 8 minutos y la otra a los 60.
Por poner alguna pequeña pega a su labor, se podría comentar una amarilla no mostrada a la zaga del Augsburgo tras una dura entrada al atacante del Shalke, Rabbi Matondo.