La apropiación cristiana del Samhaim se suma al capitalismo para celebrar Halloween
Halloween es una apropiación cristiana del antiguo Samhain celta. Es decir, es una apropiación de la tradición pagana celebrada la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre donde los pueblos celtas celebraban su nuevo año despidiéndose así del verano en la que se permitía a todos los espíritus pasar a través de esta noche y ser recibidos por sus familiares durante pocas horas. Así pues, durante el primer milenio, el cristianismo se apropió de dicha fecha para conmemorar a sus difuntos. Una tradición arraigada en la cultura española.
La palabra Halloween proviene del juego de palabras All Hallows Eve de origen británico. Esta sería llevada por irlandeses que emigraron a Estados Unidos a raíz de la crisis económica y social de 1845.
Nueva festividad
Dado que los seres humanos adquirimos cultura, el Halloween ha ido evolucionando progresivamente y creando nuevas tradiciones. Por ejemplo, en Irlanda se utilizaban nabos como faroles a causa del mito de Jack-o-lantern mientras que en Estados Unidos se comenzaron a utilizar calabazas a causa de su abundancia. Poco a poco, se fueron agregando tradiciones nacidas en Estados Unidos como la del truco o trato.
Esta se originó a causa el vandalismo que tan arraigado estaba en la sociedad americana durante la noche de Halloween; como las masacres realizadas por el Ku Klux Klan en la década de 1920. Para contrarrestarlo se propusieron en ciertas comunidades actos para controlar este vandalismo. Como los concursos de calabazas o proponer que la población deambulara casa por casa pidiendo comida o alimentos para así retomar espíritus de aquellos primitivos cristianos que, durante el Día de los Fieles Difuntos, mendigaban comida que sustituirían por oraciones.
Halloween en distintos países
Con el paso de los años, Halloween, se ha convertido en un festejo mundialmente famoso. Se celebra en una gran cantidad de países, pero siempre mostrando sus variaciones culturales. Por ejemplo, en Canadá se celebra Halloween de una forma muy similar que en Estados Unidos. Es decir, mismas decoraciones, misma tradición del ¨truco o trato¨ pero con la diferencia de que, en Estados Unidos, se disfrazan de temáticas de miedo mientras que en Canadá los disfraces los hacen como si fuese carnaval. Estas diferencias también se encuentran en Inglaterra donde, al contrario que en los demás países, hacen grandes concursos de disfraces en búsqueda de un merecido ganador.
Por el contrario, la tradición de Edimburgo consiste en realizar concursos en los que se cuenten chistes o historias que serán recompensadas al ganador con dulces y caramelos. En Austria se deja velas belgas encendidas con la intención a ahuyentar a los espíritus. También encontramos que hay países que celebran esta fecha con fiestas de disfraces plagadas de sustos en lugares con gran importancia. Como por ejemplo el Castillo de Fránkenstein en Alemania o el Castillo de Drácula en Rumanía.
Halloween hispano
Por otro lado, en países como México o España se hace honor a los fallecidos. En Méjico se celebra el 2 de noviembre el Día de los Muertos. Es decir, hacen altares a sus seres queridos ya fallecidos y lo llenan de flores y calaveras mientras que en España se celebra el 1 de noviembre el Día de Todos los Santos, es decir, llevan flores a las tumbas de sus seres queridos con la intención de recordar su amor.
Dado que vivimos en un mundo totalmente globalizado, se ha creado un gran proceso de aculturación en muchos países. En España, por ejemplo, hemos dejado poco a poco las tradiciones que, antiguamente, se realizaban como el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) centrándonos así en celebraciones de carácter popular como es el Halloween. Ha llegado a modificar ciertos aspectos de la vida social. Según unas encuestas realizadas a jóvenes españoles entre 15 y 25 años, el 50% celebra Halloween y un 78% de estos, lo celebra únicamente para salir de fiesta con sus amigos. Además, un 81% de estos jóvenes se disfraza asegurando que solamente ese 20% se disfrazarían aunque fuesen los únicos en hacerlo. Esto se debe a la presión social causada por el grupo.
Es cierto que esta fiesta ha producido mucha controversia en la sociedad española dada que no tiene raíces hispanas y, creando así, cierto rechazo. Esto ha producido una alquimia moral sin concienciar a la sociedad de que la mayoría de los actos tradicionales en España son extranjeros. Por ejemplo, los romanos introdujeron las festividades cristianas.
El hecho de la adquisición de nuevas festividades implica una mayor flexibilidad en nuestra cultura y, por tanto, implica una supervivencia cultural. Ya que, si una cultura no evoluciona, se convertiría en una cultura rígida y, por tanto, esto conllevaría una vulnerabilidad social y un choque social. Es decir, para la persistencia de una cultura se debe crear una hibridación cultural. Debe existir una variedad, porque una sociedad que carece de variedad, está condenada a un estado de decadencia
La integración cultural de Halloween ha encajado de manera fluida en nuestra sociedad combinando así el Día de Todos los Santos y Halloween sin provocar la desaparición de la tradición que está arraigada en nuestra sociedad estableciendo una coherencia entre sí. Esta cultura inmaterial nos ha transmitido normas, símbolos y lenguaje llevados a cabo por la sociedad americana. Por ejemplo, el acto de disfrazarnos; de decorar nuestras casas con calabazas, esqueletos, etc.; o incluso la propia palabra ¨Halloween¨.
Halloween en el arte
Además, esta festividad ha servido de ejemplo para crear un imaginario general con respecto al arte. Lo tétrico, cruel y oscuro ahora pertenecen a algo. A una festividad que envuelve al terror y al ocultismo y que hace que El Aquelarre de Francisco de Goya pertenezca al mismo grupo social que El Grito de Edvard Munch. Su apelación al terror, al miedo, al ocultismo y a lo tenebroso en general provoca esa ansiedad que podría generar cualquier película de terror.