‘Dalva’, una niña de doce años que debe aprender a vivir de nuevo cuando la policía acude a la casa familiar
‘Dalva’ es el debut de la cineasta belga Emmanuelle Nicot. Un arriesgado largometraje de 83 minutos que fue presentado en la Semana de la Crítica en el Festival de de Cannes. Arriesgado por su argumento y, especialmente, por su protagonista. La manipulación de un padre que abusa de su poder sobre su propia hija, termina por corromper su inocencia y su visión del mundo. Aprender a vivir como una niña se vuelve un tenso reto.
Mientras la pantalla está todavía oscuras ya oímos gritos y golpes. La policía entra en una casa familiar, detiene al padre y una niña pasa a depender de un juez. Tardamos en saber qué ocurre, y aún así lo hacemos mucho antes que la pequeña Dalva. Tiene solo doce años, pero ya se considera toda una mujer. Se ha criado en un infierno que no quiere aceptar. Conoce a Samia, su compañera de cuarto, y a Jayden, su educador, y juntos intentan descubrirle un mundo acorde a su edad.
Por un lado, la película trata una temática muy oscura, y lo hace a través de la inocencia de una niña. Dalva es muy pequeña, pero ha sido tan ultra sexualizada durante tanto tiempo que no distingue lo que está bien de lo que está mal. Siente que es una mujer, pero está muy lejos de ello. Debe volver a renacer, volver a ser una niña. ¿Dalva? ¿Cuándo dejarás de hacerte daño? le pregunta Jayden en uno de los momentos más complicados para ella. Su mundo deja de tener sentido.
Por otro lado, nos encontramos con un sentimiento esperanzador. No todo está perdido. Va a un ritmo propio, como me imagino que funciona la vida, donde por mucho que corras no sirve de nada si no tienes a dónde ir. El formato en 4:3 comprime una historia donde se dicen muchas cosas sin abrir la boca. Dalva debe aprender a vivir su propia vida, y no la que ha creado su padre. Y la suerte de coincidir llega a través de su compañera de cuarto. Samia le pasa un cigarrillo, le deja una chaqueta y le abre su corazón.
Inspirado en un caso real, Nicot destaca con la promesa de un cine sincero e intimista. Con personajes que ganan autonomía y se levantan contra el mundo, junto a un guion que grita pensamientos, espero que este sea solo un comiendo de un cine que está por redescubrir.