Este viernes 23 de mayo, llega a las salas de cine “Misión Imposible: Sentencia Final”, la octava entrega de una de las sagas de acción más emblemáticas del cine

En esta nueva misión, una frase se repite con fuerza a lo largo del guion: “Nada está escrito”. “Misión Imposible: Sentencia Final”, el enemigo no es humano, sino un concepto que se ha vuelto inquietantemente real. Una Inteligencia Artificial llamada “Entidad”, capaz de manipular la información con tal precisión que hace imposible distinguir la verdad de la mentira. Con las grandes potencias al borde del colapso nuclear, la única forma de frenar la catástrofe es encontrar el código fuente que yace en un submarino hundido en las profundidades del océano. El conflicto se vuelve aún más personal cuando descubrimos que Ethan, sin saberlo, tuvo un papel clave en la creación de esta amenaza. Y con ello entra en escena Gabriel, (interpretado por Esai Morales), un enemigo del pasado con cuentas pendientes y una conexión directa con el nacimiento de Entidad.
Con este argumento, la película conserva todos los ingredientes clásicos que han hecho de “Misión Imposible” una franquicia legendaria: tensión constante,enfrentamientos cuerpo a cuerpo, gadgets imposibles y explosiones de alto calibre. Y al centro de todo, un Tom Cruise imparable. A sus 62 años vuelve a desafiar los límites de la acción física con escenas que incluyen vertiginosas carreras, una peligrosa secuencia en una avioneta y una arriesgada misión bajo el agua.
A su lado, un elenco sólido que aporta fuerza y carisma: Hayley Atwell (en el papel de Grace), Pom Klementieff (como Paris), Simon Pegg (Benji), y Greg Tarzan (Davis), entre otros. Cada uno de ellos cumple un papel fundamental en la narrativa y refuerza la sensación de equipo que siempre ha caracterizado a la saga.
Uno de los aspectos más destacados del filme es su manejo del pasado. A lo largo del metraje aparecen flashbacks de entregas anteriores. No solo apelan a la nostalgia de los fans, sino que también ayudan a construir el trasfondo emocional de los personajes. Estos recuerdos, combinados con explicaciones detalladas sobre las misiones y los antagonistas, hacen que la película sea accesible incluso para quienes no han seguido toda la saga. Aunque esto también reduce un poco el factor sorpresa al limitar los giros inesperados en la trama.

En cuanto al apartado técnico, la película vuelve a sobresalir. La banda sonora, que recupera la icónica melodía principal, se enriquece con composiciones instrumentales potentes que acompañan cada momento de tensión. El uso del sonido es especialmente eficaz: se intensifica en las secuencias más dramáticas y refuerza cada impacto, cada persecución, cada explosión, logrando sumergir al espectador por completo en la acción.
Dirigida y coescrita nuevamente por Christopher McQuarrie, quien lleva las riendas de la saga desde su quinta entrega. “Misión Imposible: Sentencia Final” refleja no solo la evolución tecnológica del cine de acción, sino también la maduración de sus personajes y de su tono narrativo. Es, sin duda, una obra más oscura, más introspectiva, y con mayor carga emocional que sus predecesoras.
Tom Cruise, cuya carrera ha estado marcada por desafíos físicos y personajes icónicos, demuestra una vez más que el tiempo no es un obstáculo. Esta entrega podría ser, según ha insinuado él mismo, su despedida como Ethan Hunt, aunque aún no hay confirmación definitiva. Y es que, tras ver el final de esta cinta, la gran pregunta que queda en el aire es: ¿será este el verdadero desenlace de la saga?