El director Fernando Cortizo nos cuenta todo sobre la película stop motion en su 10 aniversario
Una técnica innovadora nunca antes vista en la escena de la animación española, actores de la talla de Luis Tosar o Geraldine Chaplin, profesionales del stop motion de películas como Coraline o La Novia Cadáver, selecciones en festivales de todo el mundo, nominaciones a premios como los Goya (y una preselección al Oscar) y magníficas críticas en medios internacionales como The Hollywood Reporter aglutina Fernando Cortizo.
Todo esto corresponde a la película gallega El Apóstol, de 2012. Una gran carta de presentación que podría seguir alargando si no fuera lo suficientemente impresionante de por sí.
Sin embargo, este título será desconocido para muchos. Es por eso que la película se encuentra ahora disponible en abierto para que todos podamos disfrutar de este oscuro relato. Podéis encontrarla al completo en su página web.
Hoy hablamos con su director, Fernando Cortizo, para descubrir más sobre la película, qué ocurrió con ella y, sobre todo, para recordar una importante pieza de nuestro cine.
PREGUNTA: El Apóstol sigue la historia de Ramón, un prófugo que escapa a un pequeño pueblo gallego donde un compañero de profesión había escondido un gran botín. Sin embargo, el pueblo esconde grandes secretos que el protagonista deberá descubrir para escapar.
Esta premisa junto con su técnica, hacen de la película uno de los mayores proyectos de animación españoles hasta la fecha. ¿Cómo comenzó todo?, ¿Por qué elegiste contar esta historia y, además, utilizar el stop motion para hacerlo?
RESPUESTA: La película siempre fue pensada en stop motion, era una técnica en la que llevaba trabajando unos años, en cortometrajes como El ladrón de muñecas, Leo, El cuidador de gatos,… y pensamos que el largometraje debía ser nuestra meta principal como productora, creo que era un paso natural.
A nivel narrativo me interesaba mucho contar historias propias, en España tenemos un grandísimo potencial literario y una de las mayores riquezas en leyendas de todo el mundo. Creo que la globalización del mercado que ha generado Hollywood sobre el planeta ha hecho que las películas del resto de países sean, en mayor o menor grado, imitaciones de sus argumentos, ritmos e historias. Lo rico e interesante es contar historias propias, por un lado porque nos definen como pueblo y por otro lado porque si no hablamos nosotros de lo nuestro ¿Quién lo va a hacer?
P: Galicia y su folclore juegan un papel muy importante en la película. El ejemplo más claro de ello puede ser la aparición de la leyenda de la Santa Campaña, ¿Qué otras historias populares te inspiraron a la hora de escribir esta cinta?
R: En general la película respira esa Galicia misteriosa que todos tenemos en la cabeza, aldeas apartadas, nieblas, frio, extraños personajes, meigas… y que yo recuerdo de niño cuando hacíamos visitas a la familia. Aunque sea un estereotipo, ya que los gallegos somos lo contrario, somos cariñosos, buenos anfitriones, y nos encanta compartir una mesa con cualquier forastero. Es verdad que esta clase de leyendas y misterios da muchísimo juego y nos muestran una tierra que parece parada en el tiempo. Algo que a día de hoy es un tesoro a conservar.
La Santa Compaña es la protagonista oculta hasta mitad de la película. Pero además, existen otras referencias quizás menos evidentes para alguien ajeno a las leyendas gallegas, como puede ser La misa de difuntos, las meigas…
P: No hay duda de que el stop motion es una compleja técnica de animación. Para El Apóstol se necesitaron tres años de rodaje. ¿Cómo fue este largo proceso?
Sin ninguna duda fue un proceso largo y meticuloso. El stop motion es una técnica totalmente artesanal, y cada una de las fases es importante y precisa. Construcción de decorados, personajes, montaje de los sets con sus equipos de iluminación y cámara, todo el enorme trabajo de producción y planificación del rodaje día a día, por supuesto el proceso de animar y por último la postproducción.
Realmente la experiencia de rodar una película stop motion es un proceso vital. Trabajas codo con codo con un equipo durante dos o tres años, en los que la mayoría del tiempo no ves un resultado palpable. Cuando comienza la fase de animación se ruedan unos 30 o 40 segundos diarios.
El stop motion es una carrera de fondo llena de dificultades, frustraciones, retos pero muchas satisfacciones. Yo siempre digo que lo más bonito del cine no es hacer la película y verla proyectada, lo bonito es todo el tiempo que te pasas haciéndola, es una experiencia única
P: Entre el equipo de El Apóstol se encuentran algunos de los responsables de grandes películas del stop motion como La Novia Cadáver. ¿Cómo fue trabajar con estos profesionales?
R: Fue una gran experiencia. Para la película quisimos hacer una mezcla entre un equipo español joven y con menos experiencia, pero grandísimo talento, con técnicos muy experimentados procedentes de las más grandes producciones como Coraline o El Señor de los Anillos entre otras. La idea era formar un equipo propio de animadores y técnicos españoles, que tras trabajar codo con codo con estos técnicos, alcanzasen un gran nivel para hacer esta película y continuar con los siguientes proyectos que teníamos en el horno.
Fue muy enriquecedor trabajar con estos profesionales que se involucraron al 100% con nosotros y que aún a día de hoy, 10 años más tarde mantenemos el contacto.
Finalmente fue un aprendizaje mutuo. Recuerdo un día que Tim Taylor (Regreso al futuro II, Coraline, Frankenweenie…) , el jefe de las cámaras robotizadas que realizan los travellings, me comentó que él estaba acostumbrado a producciones norteamericanas donde todo se resolvía con dinero. Fallaba una pieza de una cámara, se paraba el rodaje hasta que llegase otra. Un brazo robotizado tenía algún fallo, se paraba todo hasta que llegase un técnico especializado…
Todo suponía retrasos de días y por consiguiente de dinero. Me dijo que admiraba mucho al equipo español en como resolvía los problemas del diario con recursos imaginativos y alternativas para no dejar de rodar. Me comentó que aquello había sido un aprendizaje muy importante para él, y de como ser mas eficiente. Muchos de los técnicos españoles que aprendieron y se formaron con nosotros llevan años trabajando en las mayores producciones internacionales.
P: La atmósfera de El Apóstol te atrapa desde el primer momento gracias a, entre otros elementos, una efectiva escenografía. ¿Cómo fue el proceso de construcción de los decorados?
R: Es una de las partes de la que más orgullosos nos sentimos. Mi trabajo con María Hernanz, gran amiga, comenzó años antes. Se puede decir que comenzamos juntos en el stop motion, en varios de mis cortometrajes anteriores. Ella y su equipo hicieron una increíble maravilla artesanal que les valió varios reconocimientos.
En mi opinión, el amor, delicadeza y cuidado con el que construyeron cada uno de los elementos de los decorados y atrezo hacen de la película una pieza única e irrepetible. Fueron 18 meses de trabajo con jornadas agotadoras. Realizadas por un grupo de unos 25 artistas de campos como la carpintería, escultura o la pintura.
Creo que esa fue la clave. Al contar con un equipo que no procedía del cine, sino de diferentes campos del arte, no se pusieron techo a las peticiones que yo les hacia, bosques orgánicos, musgos, madera vieja,…elementos impensables en otras producciones para minimizar riesgos, aquí se hicieron posibles (no sin ciertas dificultades).
De hecho, tras acabar la película, grandes compañías internacionales se interesaron por el equipo y por las técnicas que habíamos utilizado, y algunos de ellos fueron contratados en películas (stop motion) como Frankeweenie por ejemplo.
Todo este trabajo, unido al maravilloso equipo de iluminación y al director de fotografía (David Nardi) consiguieron crear ese ambiente tan mágico y misterioso que tiene la película.
P: La música original cuenta con el nominado al Oscar Philip Glass, entre otros. Esta también ayuda a crear esa oscura atmósfera ¿Cómo fue el proceso de creación de la banda sonora?
R: Debo reivindicar el poco reconocimiento que tuvo, quizás por tratarse de una película de animación stop motion. Su no nominación en premios como los Goya de ese año me sorprendió.
Digamos que cada uno de los músicos fue elegido para aportar una parte que a mi me interesaba. Philip Glass por supuesto fue elegido como la mente creadora que sentaría las bases de la banda sonora y compositor del tema principal. Xavier Font, es una persona con una gran sensibilidad e innumerables recursos para adaptar la música a cada secuencia y en cierto modo , liderar el equipo musical, desde los compositores a la orquesta (La Real Filharmonía de Galicia). Y por último, Arturo Vaquero fue el encargado de aportarle a la banda sonora los aspectos más tradicionales y espíritu de la música Gallega.
La idea de contar con Philip Glass surgió como un deseo a los Reyes Magos, deseaba que formase parte de la película, me gustaba su obra, sus estructuras repetitivas que te hacen entrar en una especie de trance y que te sumergen profundamente en las historias, era el músico que deseaba para darle potencia musical a una historia de por si tan potente.
Así que sin más miramientos le enviamos el proyecto a su representante en New York, gracias
a la labor de Xavi Font . Tardó cerca de un mes en contestar, y como quien dice, cuando ya
contábamos con que jamás tendríamos una respuesta recibimos una llamada (…) Fue un subidón.
Me pareció increíble su profesionalidad. Se sabía el guion casi mejor que yo y traía ideas para cada parte de la historia. Nosotros le dimos las connotaciones musicales gallegas que él desconocía.
Fueron meses de envíos de materiales de una lado a otro del charco, creación de demos, trabajo sobre la animática, modificación de instrumentos… Tras unos 6 ó 7 meses la teníamos terminada. Se dice así de rápido, pero hubo muchísimo trabajo para hacer una grandísima banda sonora, que repito, ha sido injustamente apartada a un lado.
P: El Apóstol es algo nunca antes visto en animación española, pero tuvo serios problemas en su distribución. ¿Qué ocurrió en esta importante etapa?
R: Realmente, en ese momento nos dimos cuenta del mundo de tiburones que es el cine.
Cuando comenzamos las negociaciones para su distribución todo fueron codazos y zancadillas (incluidas por parte de gente del sector de la animación). Para nosotros, que veníamos del mundo del arte y que habíamos dedicado todo el esfuerzo, dinero y dedicación personal a hacer la mejor película posible. Nos enfrentamos al mundo empresarial, donde se juega el dinero, y nos comieron por todos los lados.
Sin querer dar nombres y para resumir, sufrimos de engaños de grandes distribuidoras que a la postre sólo pretendían ralentizar nuestra salida.
Firmamos una distribución internacional con una famosa distribuidora Norteamericana, que nunca llegó a pagar lo firmado. Tuvo la película paralizada por varios años hasta que pudimos recuperar los derechos. En España firmamos con dos distribuidoras 80 salas para el día de Halloween. La víspera, sin tiempo a reaccionar, nos informan que solo van a ser 13 salas y algunas de ellas sólo en horarios de mañana. Nos dijeron que la siguiente semana ya llegaría al resto de salas, pero que la semana de Halloween era muy deseada por las grandes multinacionales. Las salas nunca llegaron.
Imagínate el desastre económico que supuso para nosotros, teníamos autobuses y marquesinas con nuestro cartel pegados en grandes ciudades de toda España (Sevilla, Valencia, Bilbao,…). Ciudades donde nunca se llegó a estrenar la película. Y si por si fuese poco todo esto, la recaudación que se logró en España nunca se nos pagó. Una de las empresas se declaró en banca rota y nos informó que el dinero de la película había sido absorbido por sus deudas. Hasta la fecha siguen trabajando como distribuidora con otro nombre.
Pero el desastre aún tuvo un epílogo, las oficinas de la distribuidora ardieron. Quemándose allí todas las copias de la película y toda la cartelería que habíamos realizado imposibilitándonos intentar un nuevo estreno. Ya que en esa fecha ya estábamos en la ruina por la estafa de las distribuidoras…en fin.
Esto es un resumen de nuestras catastróficas desdichas cuando tratamos de salir al mercado.
P: Ahora, la película se encuentra disponible en abierto a través de su página web oapostolo.com ¿Por qué decidiste lanzarla de esta forma?
R: Una vez recuperamos los derechos, hemos estado varios años tratando de cerrar ventas. Pero en este mundillo un animal herido es presa fácil para todos los depredadores. Las ofertas que nos hacían (sabiendo de nuestra precaria situación) eran ridículas e incluso insultantes. Con lo cual decidimos aguantar la película hasta que alguien hiciese algo justo con ella.
La verdad es que estamos encantados por la acogida y el cariño que la película ha tenido a lo largo de todo el mundo en festivales y sectores del cine de animación. Incluso este año las figuras fueron adquiridas por el museo mas importante del mundo de la animación, en Annecy (Francia).
Finalmente, este año, coincidiendo con el décimo aniversario de su estreno, pensamos que lo verdaderamente triste era que la película estuviese en un cajón sin poder ser disfrutada. Por ello, decidimos ponerla en abierto y gratis para que sea el público el que la disfrute y la valore. Creando un sistema online donde cada persona podrá pagar y colaborar lo que considere. Pero más allá de la recaudación, nuestra intención es que la película se conozca. Y que se valore como se debe a todo el equipazo que trabajó en ella con esfuerzo, amor y sacrificio.
P: He leído que una secuela de El Apóstol estaba planeada, ¿Qué me puedes contar de ella?, ¿Cómo continuaba la historia?
R: Sí, incluso está el dosier listo y teníamos todo preparado. Se llamaba Organistrum. Se trata de una historia en la búsqueda del origen de Sebastián, el protagonista ausente de Apóstolo y el origen de la maldición. Era un proyecto muy ambicioso. En ella Ramón y Don Cesáreo, los enemigos de la primera parte, recorrerían ciudades como Venecia, Londres y Paris en busca de resolver un misterio. Es una película muy divertida, en un tono más de aventuras y misterio que de terror. La verdad es que fue una pena que todo aquel equipo y proyecto no pudiesen tener continuidad.
P: Para acabar, quería aprovechar para recordar que este año la cinta celebra su décimo aniversario desde su estreno. Tras este tiempo ¿Qué significa el Apóstol para ti?
R: Si te soy sincero he pasado muchos años con una sensación de amor-odio por la película. Por una parte estoy muy orgulloso de lo que hicimos y creo que es una película que trascenderá en el tiempo. Por el amor, el arte y la dedicación que transmite. Pero por otro lado todos los problemas económicos, personales y emocionales han sido muy duros. Durante muchos años no la he querido ver. Cada vez que la proyectaban en alguna sala o evento salía y esperaba fuera a que terminase.
Este año, y yo creo que tras casi 5 años sin verla, me senté a verla de nuevo, como un espectador y he pensado, joder, que buena es la película. De nuevo me he vuelto a enamorar de Ramón de Don Cesáreo, de Dorinda, del pueblo, de sus nieblas…
No quiero terminar la entrevista sin agradecer de corazón a todos los mecenas que participaron aportando diferentes cantidades económicas. En una época donde aún no existían las redes sociales ni el crowfunding también fuimos pioneros creando esta manera de financiación mediante anuncios en periódicos, TV y radio llegando a tener más de 600 socios coproductores de la película que aparecen en los créditos finales. A todos ellos muchísimas gracias.