La nostalgia y la familia arrasan en Málaga con ‘La casa’

La adaptación de la novela de Paco Roca a manos de Álex Montoya que cautivó al público en el Festival de Málaga

Biznaga de Plata a Mejor Guion, Mejor Música y Premio del Público. Sin duda, La casa ha arrasado en este 27 Festival de Málaga, y actualmente está encandilando al público en las salas de cine. El tercer largometraje de Álex Montoya es una fábula sobre la infancia, la familia y la importancia de hacer las paces con el pasado para afrontar el futuro.

Montoya ha trabajado mano a mano con la guionista Joana M. Ortueta para adaptar la novela gráfica homónima de Paco Roca, uno de los nombres más sonados en el panorama actual del cómic español. La historia de La casa, basada en experiencias vividas por Roca, nos cuenta el reencuentro de tres hermanos que, tras la muerte de su padre, tienen que decidir qué hacer con la casa de campo donde solían pasar los veranos. La novela gráfica ganó el Premio Eisner en 2020, de modo que los guionistas ya contaban con un material más que reconocido para adaptar al cine. Un arma de doble filo, ya que este tipo de tratamientos son especialmente dedicados, pero sus numerosos galardones son prueba de que la apuesta ha sido todo un éxito.

David Verdaguer, protagonista de La casa

Uno de los puntos fuertes de la película es sin duda su sólido reparto, encabezado por David Verdaguer, Óscar de la Fuente, Luis Callejo y Marta Belenguer, entre otros. Las sintonías entre los actores son cruciales en el filme, donde las relaciones de los distintos personajes necesitan una química y una vitalidad que recuerdan al teatro y las comidas familiares al mismo tiempo. Los actores hacen un trabajo increíble a la hora de establecer vínculos entre ellos y con el espectador, consiguiendo que la sala entera empatice con sus historias, sus batallas y sus reconciliaciones.

Y es que La casa tiene un factor humano que resulta imposible de obviar a la hora de hablar de ella. La casa de verano que con tanto mimo cuida el personaje de Verdaguer no es más que una metáfora de los cimientos familiares y la camadería de estar con los tuyos. Un santuario a la inocencia y los momentos tranquilos, ahora manchado por el dolor de un duelo. Los tres hermanos y sus propias familias se ven envueltos en una red de recuerdos y rencillas que los atará a la casa hasta que sus asuntos sean resueltos.

El dolor por la pérdida es otro de los temas principales de la película. Montoya incita a la nostalgia a través de una serie de escenas rodadas como imágenes de archivo, recuerdos grabados y protagonizados por los propios personajes. Estas secuencias tan familiares e íntimas se traspapelan en los recuerdos de los espectadores, que inevitablemente los comparan con las imágenes de su infancia. El director, que también ha participado en el montaje, nos trae una película definitoria para una generación que se ha criado a caballo entre el campo y la ciudad.

Fotograma de La casa

La casa es una historia sencilla y emotiva sobre el peso de la nostalgia y los lazos familiares, pero también sobre su importancia y lo definitorios que resultan en todas las etapas de nuestra vida. Es una película de lágrima fácil, con un imaginario romántico e ideal de los veranos rurales, con la que el público empatiza fácilmente y disfruta por este mismo motivo.

Tráiler de La casa

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