Antonio Hernández vuelve al thriller con Parecido a un asesinato, un relato cargado de tensión psicológica que explora cómo el pasado puede irrumpir en la vida cuando menos se espera. Protagonizada por Blanca Suárez, Eduardo Noriega y Tamar Novas.
Una historia aparentemente con una trama sencilla, nos sumerge en la vida de Eva (Blanca Suárez) que parece haber encontrado la estabilidad junto a Nazario (Eduardo Noriega) y su hija adolescente, Alicia (Claudia Mora). Sin embargo, la tranquilidad se rompe cuando José, su exmarido y antiguo policía con un carácter controlador, vuelve a aparecer en su vida. Lo que Eva pensaba enterrado vuelve con fuerza, obligándola a enfrentarse a recuerdos dolorosos y a tomar decisiones que tendrán consecuencias irreversibles.

La película opta centrar su atención en una mirada más psicológica: el miedo no viene de lo que se ve, sino de lo que los personajes callan. El guion invita al espectador a dudar de todos, creando una sensación de incertidumbre que se mantiene hasta el desenlace. Visualmente, la película utiliza escenarios que refuerzan la sensación de encierro y peligro constante. Cada plano parece diseñado para transmitir la incomodidad de Eva, atrapada entre lo que quiere dejar atrás y lo que la persigue.
Parecido a un asesinato explora el impacto emocional de la violencia doméstica y cómo las experiencias traumáticas pueden volver a irrumpir en la vida de quienes las sufrieron. El espectador no solo presencia una historia de tensión, sino como el miedo se convierte en el centro de la acción y lleva a la resistencia y tomar decisiones extremas.
Parecido a un asesinato nos enseña a que el pasado nos persigue solo si no estamos dispuestos a soltar y pasar página. Cada persona se conoce a sí misma, y cada una tiene una versión distinta de su verdad y realidad.




























