CRYING MAÑANA: del estudio de grabación al cine y del cine a los escenarios, Pipiolas y su nueva presentación
CRYING MAÑANA es un cortometraje del grupo Pipiolas. Hace ya varios meses os escribía sobre mi reencuentro con la música. Lo hacía a través de dos grupos, uno de ellos era Pipiolas. Ponerle cara a Adriana Ubani y Paula Reyes, las integrantes del moderno grupo, junto a su naturaleza carismática, despertaba en mí el amor incondicional a la música. La música rompedora, con mucho que decir y mucho que transgredir. Hoy regreso una vez más para volver a hablar de ellas.
Hay algo en estas chicas diferente a todo lo demás. Un tipo de cariño muy concreto y un cuidado especial en todo lo que hacen. Eso es lo más importante, hace que seguirlas sea toda una aventura. Lo mismo te sorprenden con un cortometraje que con dos videoclips en un mismo fin de semana. Olvida las nubes de estos días, enciende el portátil y hazte unas palomitas para descubrirlas.
Empecemos por lo que ha sido la mayor sorpresa: ¡estas tías han montado toda una historia a través de un cortometraje! Cuanta ambición, cuanto entusiasmo. Acentúan todo lo que hacen con ese amor tan único. Como me alegro de que todavía siga existiendo eso.
El corto de en torno a los quince minutos refleja una industria discográfica bajo el nombre de Cris, una mujer inexistente, que explota a sus trabajadoras (¿os suena?). Hartas, cansadas y enfadadas las dos jóvenes se largan (al estanco, un clásico). Ahí comienza un viaje con dos chicas que en el fondo solo quieren ver el mar. Irrefrenables, se cuelan, roban y leen secretos en voz alto (lo único imperdonable en sus corazones).
Un color especialmente bonito que nos translada a un cine más clásico (de alguna forma esto es cine), junto a un sinfín de escenas sin control juegan con el ritmo. Paula y Adriana lo protagonizan, pero también podemos ver a Nicole Wallace, Luis Heras y Abelo Valis. Una idea original que llevan con gracia y caos, algo que de alguna forma encaja, aunque no sabría deciros cómo.
También aprovechaban el rodaje de CRYING MAÑANA para dar forma a dos de sus nuevas canciones. Una la pude escuchar en directo encima de un escenario y salió hace ya unos días: No Soy Un XoXo. Una canción enfadada con el mundo en forma de gritos y crítica. No sé explicarlo pero el inicio de la canción me cautiva sobremanera.
El encanto final (personalmente mi favorito) ha venido en forma de un segundo videoclip. Pipiolas ha estrenado Pogo En Casa. Un videoclip de fiesta, con litronas y amigos, con focos y oscuridad. Todo junto a una letra cantada a coro y, una vez más, tan sincera. En el fondo, lo único que queremos todos es saber qué es lo que se siente. Échale un vistazo aquí:
En fin, vuelvo a escribir todo desde un pequeño rincón de Madrid, pensando en que la única buena decisión que he tomado es escuchar música como la que hace Pipiolas. Con todas esas buenas intenciones y esas ganas de comerse el mundo. Estoy viviendo ese futuro prometedor.