La rapera de Texas publica un álbum centrado en el hip hop mientras explora caminos alternativos
Hilario Martínez
Muy pocos artistas debutan demostrando versatilidad. Por eso, Megan Thee Stallion trae buenas noticias en su debut. Jugueteando con el pop, el R&B y el sonido más ochentero, la MC regala al oyente una experiencia amena repleta de himnos twerk. Good News es un disco redondo, sencillo, sin demasiados artificios pero, a la vez, muy diferente y atractivo. Es un primer paso elaborado con mimo en el que la rapera afila los cuchillos sin tener miedo a hablar alto y claro.
Con colaboradores de lujo, Stallion demuestra que no llega sola a la industria. Grandes nombres la respaldan y la acompañan en lo que se considera su primer LP. Entre todos ellos, destacan Beyoncé, SZA, Big Sean, DaBaby o City Girls. Son pocos los discos rap lanzados a lo largo del año por mujeres. Por eso, el triunfo de la original de Texas es una celebración mediante la que el género se expande y se hace un poquito más justo. A Nicki Minaj, Cardi B o las ya famosísimas Lil Kim, MC Lyte o Foxy Brown se les une un nuevo nombre que, con un debut exquisito, se ha ganado un hueco importante en la industria actual.
Controversia y buenas noticias
Shots Fired, la canción introductoria, habla del altercado de Stallion con Tory Lanez, quien la disparó en los pies hace algunos meses. Tras mucho tiempo de incógnitas, la MC utiliza su música para callar bocas, aclarar cuestiones y seguir adelante. De hecho, cierra el tema afirmando: “Al siguiente que me dispare, le dispararé de vuelta“. No es un ojo por ojo, es más bien una alerta de que con ella no se juega. Circles empieza por el estribillo y sigue la estela de trabajos anteriores en los que Stallion rapea sobre bases cantadas. Cry Baby se ha convertido en una de las favoritas. Sin una estructura repetida en cuanto a letra, DaBaby y ella se pasan la pelota en un juego de egos. Tras ello, Do It on the Tip se convierte en el primer himno twerk al puro estilo City Girls, colaboradoras en el tema.
Las canciones que más se centran en el rap son Movie (junto a Lil Durk), Go Crazy (en colaboración con Big Sean y 2 Chainz), el single Girls In The Hood, What’s New, Outside y Sugar Baby. Por su parte, Work That se convierte en uno de los momentos más destacados de todo el álbum junto a Don’t Stop y Body, la cual cuenta con un videoclip recién estrenado en el que Stallion derrocha poder y sensualidad. La estela ochentera común a los grandes lanzamientos de este año también aparece en Don’t Rock Me to Sleep.
Fusión de géneros
Por otro lado, hay destellos dancehall en Intercourse, junto a Popcaan y Mustard. Además, ha incluido el remix de Savage junto a Beyoncé, que alcanzó el número uno en el Billboard Hot 100. La colaboración con SZA (Freaky Girl) es uno de los cortes más tendentes al R&B y Circles recupera el típico sonido reconocible de la MC original de Texas. El resultado es una mezcla perfecta de géneros y estilos que se convierte así en una prueba irrefutable de la versatilidad de Megan Thee Stallion. No parece haber límites en su sonido y eso, al final, se convierte en su mejor baza.
Las mujeres en el rap siempre son sinónimo de calidad y buen gusto. En un género plagado de hombres en el que ellas aún lo tienen muy difícil, los lanzamientos femeninos son auténticas delicias que aportan aire fresco. Megan Thee Stallion trae buenas noticias en su debut ya que, lo curioso de todo ello, es que no parece el primer disco de alguien que acaba de empezar. Más bien todo lo contrario. Es un trabajo en el que se palpan la comodidad y el talento. Si este es solo el principio, el futuro lleva escrito su nombre en la frente.