La película 365 DNI acumula críticas negativas por parte del público e incluso piden su retirada de la plataforma de streaming Netflix
Mireya Santiago Notario
La película polaca dirigida por Barbara Bialowas 365 DNI se ha colocado como la más vista de Netflix en Estados Unidos, España y el Reino Unido. Protagonizada por Anna Maria Sieklucka y Michele Morrone, se trata de una adaptación del libro escrito por Blanka Lipinska. Sin embargo, las críticas son constantes. Miles de personas han firmado incluso para su retirada de la plataforma Netflix.
El protagonista Massimo, un jefe de la mafia siciliana, es presentado al principio del film como víctima de su propia vida. Además de un hombre misterioso pero protector. Su padre muere de un disparo delante de él y este tiene que seguir con el negocio. Lo único que parece dar esperanza a su vida es una mujer: Laura. Exitosa directora de ventas pero aburrida en su relación amorosa; por eso, Massimo se ve con el derecho de salvarla de su propia vida. Para ello, no hay mejor plan que secuestrarla durante 365 días en su gran mansión. Tiempo durante el cual prácticamente la obliga a enamorarse de él. Un plan que hace aguas por todos lados, pero con el cual están de acuerdo demás hombres empleados y trajeados que aparecen por dicha mansión de vez en cuando.
Un argumento que nunca acaba de encajar y chirría durante toda la película, ya que sus bases son flojas desde un principio. El film entero se dedica a romantizar la violencia machista en un grado que, sinceramente, no me esperaba. Muestra un secuestro quitándole peso, y lo hace de una forma incluso divertida. Música, planos y colores está compuestos con ese objetivo: están romantizándolo hasta un punto que da miedo.
El intento de erotismo no consigue llegar a ningún sitio, las escenas no son sexys ni agradables sino mas bien incómodas. Tal vez sea por el contexto, donde un hombre rico con aires autoritarios se piensa que la mejor forma de tratar a una mujer es siempre desde la superioridad. Los tintes machistas que desprende la película descolocan al público y sacan de la narrativa, o por lo menos deberían.
La misoginia en la película se palpa constantemente. La normalidad con la que Massimo agarra del cuello a Laura en numerosas ocasiones, de una manera pública delante de estos hombres, asusta. Ya que ninguno de ellos se digna siquiera a mirar a la chica a los ojos, lo que marca la relevancia del personaje en la narrativa.
El personaje femenino, sin embargo, es un intento falso e insignificante de feminismo. Laura suelta frases puntuales como “No voy a ir a ningún sitio” o “No vas a tocarme sin mi permiso”. Pero, se tira toda la película tocándola sin su permiso.
Que daño ha hecho “Pretty Woman”…
La película engloba un montón de escenas clichés que no son muy liberadoras para la mujer que digamos…
Massimo, un hombre rico que tiene que caminar con guardaespaldas por la ciudad, lleva a Laura por un tour de tiendas caras donde se la permite probarse y comprar un montón de cosas. Obviamente, siempre ropa sexy que cosifica al personaje femenino. ¿Nos recuerda a algo? Exactamente, en Pretty Woman aparece exactamente la misma escena. Donde el hombre rico vuelve a salvar a la mujer comprándole cosas caras y elegantes. ¿Casualidad? No lo creo. (Añadir que la película Pretty Woman es del año 1990, pero 365 DNI ha aparecido en pleno 2020. Cuánto hemos evolucionado eh.)
Hay varias escenas que nos recuerdan a otra famosa saga, que tampoco casa con feminismo: 50 Sombras de Grey. Las escenas de sexo en 365 DNI rememoran esta saga. Laura aparece en una cama atada de pies y manos sin poder opinar qué le parece eso. Parece que Massimo nunca ha oído hablar del consentimiento por parte de tu pareja sexual; nunca hay en toda la película una conversación donde ambos expliquen qué les gusta y qué no les gusta.
Por otro lado, la narrativa de que ella está encerrada y acaba enamorándose de su secuestrador, nos recuerda un poco a La Bella y la Bestia. Y sí, esta película también tiene tintes machistas a pesar de ser un cuento de niños y niñas. Lo cual es más grave aún.
