El filme está protagonizado por unos soberbios Jaime Lorente y Álvaro Cervantes
Agosto, 1992. Olimpiadas de Barcelona. El equipo de waterpolo de la selección española juega en casa y se disputa el oro olímpico contra una majestuosa Italia. El cómo esto fue posible es lo que nos narran Dani de la Orden y Álex Murrul en 42 segundos.
Seguramente pocas personas no sepan (o recuerden) que es lo que pasó aquel día, pero seguramente sus recuerdos estén un poco truncados. ¿Por qué? Porque todos recordamos a España como vencedor y, lo cierto es que vencimos. Vencimos en compañerismo y amistad algo que se ve muy bien reflejado en el filme. Sobre todo en la relación entre Manel Estiarte (Álvaro Cervantes) y Pedro García Aguado (Jaime Lorente). La actuación de ambos actores, sobresaliente cuanto menos, destaca por encima del resto del elenco.
De hecho, la historia se centra principalmente en esta relación y pasa de puntillas, no solo por el resto del equipo, también por los problemas internos de los personajes. Podría decirse que es una versión azucarada de lo que paso con el equipo de waterpolistas. De la Orden y Murrul han perdido la oportunidad de narrar la parte oscura que todos vivieron tras la gloria.
Es cierto que el espectador se adentra tanto en el filme, lo disfruta y hace suyo, que toda la sala celebraba los goles de la selección aún siendo una ficción. Además, la ambientación sonora consigue junto a la transición de planos, que un partido de waterpolo sea casi una obra maestra. ¿Qué falla? En algunas ocasiones los efectos especiales pero, nunca consiguen sacar al espectador de escena.
Desde hace unos años se ha podido observar como ha aumentado el número de historias que giran en torno al mundo del deporte. Un claro ejemplo de ello es El Método Williams o Campeones. Seguramente, 42 segundos pasará más desapercibida que estas dos anteriores pero será el pistoletazo de salida para su combo directivo que, esperamos, sigan haciendo arte juntos.