Un nuevo capítulo en el universo de John Wick
El mundo implacable de John Wick sigue creciendo, y su nueva entrega, Ballerina, ha llegado este 6 de junio de 2025 a los cines con la promesa de combinar acción estilizada, venganza emocional y una protagonista letal que toma el relevo del legendario asesino interpretado por Keanu Reeves. Dirigida por Len Wiseman, conocido por su trabajo en Underworld y La jungla 4.0, la película se posiciona como el primer gran spin-off femenino del universo creado por Chad Stahelski y Derek Kolstad.
La historia de Ballerina se centra en Rooney, una joven asesina entrenada desde pequeña en la escuela de ballet que aparece en John Wick 3: Parabellum. Tras descubrir que su familia fue brutalmente asesinada, Rooney emprende una búsqueda implacable para cazar a los responsables y ajustar cuentas. En su camino, deberá enfrentarse a enemigos del pasado, recorrer los bajos fondos del crimen internacional y confrontar su propia humanidad en medio de la violencia.
Aunque el tono, la estética y el ritmo recuerdan a las películas protagonizadas por John Wick, Ballerina se enfoca en una historia más íntima, donde la venganza se entrelaza con la necesidad de redención. La coreografía de las escenas de acción (una marca esencial de la saga) se mantiene impecable, pero aquí se tiñe de una sensibilidad distinta.
La actriz internacional Ana de Armas lidera el reparto con una interpretación física, feroz y emocionalmente contenida. Su papel como Rooney consolida su transición definitiva al cine de acción tras su destacada aparición en Sin tiempo para morir (2021). La actriz se entrega por completo a la exigente preparación del personaje, aportando tanto vulnerabilidad como brutalidad en cada movimiento.
En cuanto al legado de John Wick, Keanu Reeves regresa como el mítico sicario, aunque su presencia es limitada: tan solo participó una semana en el rodaje. Sin embargo, su aparición no pasa desapercibida y añade un peso simbólico a la película, reafirmando que este universo está más interconectado de lo que parece.
El reparto lo completan rostros conocidos del universo Wick. Ian McShane retoma su papel como Winston, el enigmático gerente del Hotel Continental; Lance Reddick, en su última aparición en pantalla antes de su fallecimiento, vuelve como Charon, el fiel conserje; y Anjelica Huston regresa como la Directora, pieza clave en la formación de Rooney.
Desde un punto de vista técnico, Ballerina deslumbra con su diseño visual. La fotografía juega con luces frías y sombras dramáticas que recuerdan al estilo neo-noir de la saga, pero también introduce una estética más delicada y simbólica, ligada al mundo del ballet. La música y la edición elevan la tensión narrativa, y las secuencias de combate están coreografiadas con una enorme precisión.
Ballerina no solo cumple como thriller de acción, sino que logra ampliar el universo de John Wick con identidad propia. Es una propuesta recomendada tanto para los seguidores de la franquicia como para quienes buscan una historia de venganza protagonizada por una mujer fuerte y compleja. El ritmo ágil, la acción estilizada y el trasfondo emocional convierten a Ballerina en una experiencia cinematográfica vibrante. Este spin-off demuestra que todavía hay mucho por explorar en este despiadado pero fascinante mundo de asesinos a sueldo.
“Una nueva estrella ha tomado el escenario, y su danza es letal”.
