Natalia Sánchez
O la amas o la odias. O la entiendes o te frustra.
‘Closer’ fue estrenada en 2004 (en 2005 en España) y dirigida por Mike Nichols, esta cinta ahonda en las relaciones del ser humano, las tormentosas, de las que duelen. Una pareja se cruza con otra, y con esta premisa tan simple empiezan a sucederse las infidelidades, las mentiras, los abandonos y reencuentros… todos hirientes para los protagonistas, egoístas y dolidos, que no saben lo que quieren ni a quién.
Según el director, considera que el amor no existe, que viene y va, y es en ese espacio que no está donde las personas obedecen y priorizan otros instintos. Vaga siempre entre la dicotomía del deseo y lo sentimental.
El film está basado en una obra de teatro, y de estos orígenes hereda su estructura: las escenas y los diálogos son largos, el ritmo pausado y se da menor importancia a la acción, cosa que a la mayor parte del público le resultará incómodo o extraño, pues no estamos acostumbrados a este tipo de narrativa en el cine.
Película sensual, ácida, hiriente, muy arriesgada y con un guion excepcional, de largas, dolorosas e inteligentes intervenciones sobre las relaciones, con diálogos sin rodeos y sangrantes. Además, cuenta con unos personajes muy atractivos y que sin duda tendrás ganas de conocer, a mí me hubiera gustado haberlo hecho un poquito más. El gran hacer de los actores contribuye a ellos, Jude Law y Julia Roberts están fantásticos, pero Natalie Portman y Clive Owen son abrumadores, ambos fueron nominados al Óscar por sus trabajos.
Su música también es acertadísima, juega un papel tan importante en la historia como si fuera un actor más. Una de esas canciones tan bien usadas en el film usadas corresponde a una de mis escenas favoritas no solo de la película, sino de la historia del cine.
Algunos dicen que para que hubiera sido perfecta faltaría que fuera más ‘real’ en el sentido de que las situaciones parecen un poco inverosímiles, la verdad que tienen un poco de razón, pero bucea tan bien dentro de los personajes y de sus sentimientos, su amor, su egoísmo, su deseo, sus celos… que lo inverosímil que puedan parecer algunos encuentros del destino, me da igual, aunque ya saben aquello que dicen de que la realidad muchas veces supera la ficción…
En cualquier caso, esta película insólita me dejó dolida y pensando en esa sospecha de que en realidad nunca sabremos de quien nos hemos enamorado y que el amor no existe. Muy recomendable (sobre todo para antirrománticos y aquellos de almas rotas como sus personajes), para mí, una de las mejores películas de la primera década de los 2000.