‘Cuando cae el otoño’ , la última película de François Ozon, un drama francés de setas y amor incondicional
‘Cuando cae el otoño’ (con título original ‘Quand vient l’automne’) es otra de las películas que compitió en la Sección Oficial de Festival de San Sebastián en su edición número 72. Obra de un reputado François Ozon, es una producción francesa envuelto en drama y, en cierta forma, amor.
La película comienza presentándonos a Michelle, una anciana apacible. Junto a su amiga Marie-Claude tienen una vida muy tranquila. Son dos mujeres jubiladas que viven cerca de la naturaleza. La hija y el nieto de Michelle vienen a visitarla. Todavía no lo sabemos, pero nuestra protagonista tiene una relación muy complicada con su hija. Unas setas tóxicas pone cada situación en el extremo, y el drama se excede…

En primer lugar, quiero tener mucho cuidado con esta película. Es una historia con muy pocos personajes, pero muy interesantes. Sus relaciones resultan muy jugosas, y pese a su moral en juego, empatizas con cada uno. Tal vez porque son divertidos, o porque actúan como personas, sin heroicidades. Actúan creyendo que hacen lo correcto, y la vida siempre será un poco así. Decidir con el corazón.
Hay varios temas que se tratan en la película y que recuerdo escuchar en el pase de prensa. Uno de ellos es lo que engloba a la familia. Un debate que no es nuevo, pero que suele estar en el aire. Por un lado, tenemos a la familia carnal: una hija, un hijo, una madre. Pueden pasar mil cosas, y aun así existe siempre un amor puro. O eso nos dicen, ¿no? Puede ser un amor corrupto, roto, estropeado. Pero siempre amor. Esto es lo que le sucede a la hija de Michelle. Ha querido a su madre, pero en algún momento de comprensión, ese amor se ha vuelto corrosivo. O Marie-Claude con respecto a su hijo.
En este sentido, no justifico a la hija ni sus comportamientos. No podría. Pero la entiendo. El pasado de su madre, su profesión anterior a la jubilación es dolorosa e incomprensible para ella, hasta repudiable. No obstante, su casa y su vida fueron gracias a Michelle y su sincero esfuerzo. Esta historia es una de silencios iniciales, y luego conversaciones incómodas. François es un genio aquí.
Por otro lado, dentro de esa familia, nos encontramos a la que eliges. Las coincidencias en el camino y el amor que surge ahí. También vemos decisiones horribles tomadas con buenas intenciones. Silencios culpables y silencios acusadores. La inocencia corrompida ante la información. Y el perdón. El constante perdón. Y finalmente, una intriga, lo que pasó o pudo pasar. Elegir ver. Hay un montón de cosas en una película tan sencilla como esta.
Una última buena noticia, la podéis ver gratis en RTVE. Tal vez no sea otoño, pero cualquier día lluvioso de primavera puede ser la excusa perfecta para ver lo último de François Ozon…