Wonder: “Una oda al cine y a las historias reales”

Alba Blanco

Sábado 9 de noviembre. Lisboa. Día nublado. El sol cae hacia las 17:30. Dentro de “Cinemas NOS Alvalàxia” el tiempo se ha detenido. A las 21:20 empieza el espectáculo, empieza la película, empieza “Wonder”.

Cuando las luces se apagan, la respiración del público es calmada pero agitada a la vez. Todos los allí presentes habíamos visto el tráiler, sabíamos que íbamos a ver una película “de llorar”. Un dramón de esos que necesitamos ver de vez en cuando. Un dramón de esos que ves un domingo lluvioso por la tarde en tu casa, tapado con una manta y con toda la colección de chocolatinas posibles. Sin embargo, “Wonder” sorprende. No es el “típico dramón”.

Uno de los rasgos que más llaman la atención de la película es su estructura narrativa. Esta va ordenada cronológicamente por personajes. El protagonista, Auggie,  (interpretado por Jacob Tremblay, un joven actor canadiense de tan solo 11 años de edad que ya ha participado en otros proyectos como “Los pitufos 2” y “Room”), es el que comienza a narrar.

La película sorprende bastante al público ya que, tal y como se ha comentado antes, a pesar de ser dramática, también es una película de comedia que tiene algunos puntos satíricos y de humor bastante entretenidos.

Dirigida por Stephen Chbosky, está basada en el libro homónimo de Raquel Palacio, “La elección de August”. Con un reparto encabezado por Julia Roberts, Owen Wilson, Mandy Patinkin y el anteriormente mencionado Jacob Tremblay, “Wonder” refleja desde el punto de vista de diferentes edades, cómo se lleva el día a día con una persona que sufre un trastorno genético.

August, ‘Auggie’ Pullman, es un niño de 10 años de edad que sufre el trastorno genético conocido como Síndrome de Treacher Collins.

“Me llamo Auggie Pullman. La semana que viene empiezo quinto. Y como nunca he ido a la escuela de verdad estoy total y absolutamente muerto de miedo. Sé que no soy un niño de 10 años normal. He pasado por 27 operaciones. Me han ayudado a respirar, a ver, a oír sin audífono… Pero ninguno ha conseguido que parezca normal”. (Fragmento de la película, Auggie Pullman).

La adaptación en la escuela es complicada los primeros días: los niños le miran raro, algunos no se acercan, otros se ríen y murmuran. Pero Auggie tiene bastante personalidad y carácter.

Gracias a su inteligencia y a su buena capacidad para relacionarse, pronto comienza a tener amigos y a adaptarse.



Además, como ya se ha comentado, esta película no solo narra la experiencia de Auggie, también muestra cómo la viven los demás y cómo afecta a sus vidas diarias, lo que le aporta a la trama, sin duda, un mayor interés narrativo.

Una oda al cine y a las historias reales. Una crítica hacia el bullying y hacia las discriminaciones. Un grito a favor de la igualdad y del compañerismo y la amistad. Un toque de humor con una buena dosis de dramatismo.

Crean o no en las películas de llorar, vayan al cine a ver “Wonder”. Quién sabe… Tal vez hasta los menos sensiblones se sorprendan.

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