‘El Orgullo de quererte’ ha terminado este sábado tras una gran acogida por el público
A las puertas de los Teatros del Canal, en lo que sería la quinta y penúltima de la zarzuela contemporánea dirigida por Albert Boadella y Alondra de la Parra, ‘El Orgullo de Quererte‘, esperamos que el barítono Germán Olvera nos acerque su experiencia en esta transgresora apuesta. Subiéndose al escenario para enamorarse y vivir una historia de amor LGTBIQ+, Olvera logra emocionar a toda una sala que está completamente arropada por la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. Ahora, tras su última actuación, siente “nostalgia de que esto acabe”.
“Es la primera zarzuela con temática gay que se hace en la historia. Aquí el tema es el romance entre dos chicos. Rompe con una temática que vamos siguiendo siempre de hombre-mujer o padre-hija. Sin embargo, la música es bastante tradicional, es la música es escrita como las grandes zarzuelas de todos, explica haciendo hincapié en que las letras son “actuales”. “No es una prosa del Siglo de Oro, es un es un es un tema actual, es un es un modo de hablar coloquial. Utilizan palabras que usamos en el día a día, lo que hace que esté al alcance de los oídos de cualquiera para que el texto lo entienda cualquier”, concluye ejemplificando que es amplio y transversal por lo que hasta un chico de 16 años que esté enamorado es capaz de entenderlo.
Una música que vibra con el público
El tema es transgresor, pero la música es tradicional. A través del foxtrot, del chotis y de grandes géneros de la cultura popular, el romance se consolida paulatinamente a través de 27 números musicales que nacen de una versión previa no teatralizada en 2022. Unas piezas que Olvera asegura ser “tremendamente bellas”.
“Es una música tremenda. Hay operas bellísimas en el mundo y no todas las podemos entender completamente porque no están en nuestro idioma. ‘El orgullo de quererte’ está escrita en español y habla sobre un tema de la actualidad. A nivel de la composición, La obra tiene unos textos hermosos con una música abrumadora que es para escucharla en casa de forma habitual. Yo me atrevo a asegurar que en unos años vamos a tener algunos de los números que escuchamos aquí en el en el repertorio de las escuelas de los conservatorios”, destaca.
En estas arias “bastante complicadas”, Olvera explica que merecen la pena la complejidad ante su inexorable belleza. “Son obras tan bellas, que no le piden nada a las obras que estudiamos en el conservatorio como puede ser ‘La Flauta Mágica‘ o ‘El elixir del amor‘”.
“La obra tuvo una gran acogida desde el principio”
Antes de adentrarnos en Alonso, personaje que interpreta, se emociona al pensar en ese debut del pasado jueves 11 de septiembre. “Sentimos que a la gente le estaba gustando desde el inicio, desde desde la obertura, desde el primer número“, desentraña emocionándose al pensar en la gran acogida que ha tenido la obra. “En el público encuentras esa parte que te falta”, susurra mientras que explica que el público es “un espejo” en el que mirarse para entender lo que está sucediendo en el escenario.
“Hubo nervios porque no sabes cómo va a reaccionar el público”, revela que estar en el escenario es sentir caminar cobre un “hilo fino“, pero que aquello es lo que proporciona la energía para embellecerlo todo. Una energía que se transforma en “intensidad” al sentir cómo los espectadores están conectados al unísono con lo que sucede sobre las tablas.
La energía se convierte en un magnético Alonso
“Es una pregunta dura”, reflexiona entre silencios sobre cuál es el punto de unión entre Alonso y Germán. De carácter chulesco, carismático y, sobre todo, “que genera atracción”. “Alonso es una persona atlética, que atrae a ambos sexos y que busca amar a todos y a ninguno”, explica mientras que entre largos parones se ve en sus ojos verdad que se transforma en confesiones.
“En el caso de Alonso es una especie de adicción, de miedo al rechazo que compensa con un flirteo constante. Hay un miedo de hacerle daño a la otra persona. Es por eso que él termina echándose para atrás, para no involucrar a Tadeo (Santiago Ballerini). Y termina haciendo daño. A los dos: a sí mismo y a Tadeo a través de la mentira”, reflexiona al valorar cómo su personaje acaba derrumbado al final de la historia.
Porque ‘El Orgullo de Quererte‘, para Germán Olvera es “el orgullo de haberte amado. De haberte sentido mío. El Orgullo de que te pertenecía y que eras el amor de mi vida“, a pesar de que uno tienda a recordar la parte mala de las relaciones.
Un magnetismo fomentado por la química del elenco
La química que fluye durante la función es la representación de la química que tiene el elenco: actores, cantantes, bailarines y directores, todos remando en una misma dirección. “Yo creo que eso es súper importante porque lo notas desde fuera. Hay una química real, una conexión real entre personas que hacen que la obra emocione y sea divertida a partes iguales“.
Un elenco de 50 personas entre los que se encuentra Germán Olvera y que comparte escena con los tenores Santiago Ballerini y Enrique Viana; las soprano Berna Perles, María Rey-Joly y Mar Morán; y la mezzosoprano Andrea Rey. Todo ello bajo el mandato de lo que él califica “dos genios”: en la dirección artística Albert Boadella y en la musical Alondra de la Parra.
Una obra que, asegura, volverá en 2027 a la isla de Tenerife. “Me da nostalgia que esto se acabe“, confiesa al no poder asegurar si volverá cuando regrese la obra. “Volvería a hacerla con los ojos cerrados“, concluye emocionado al mirar con admiración este proceso de mes y medio que le ha llevado a cantar en los Teatros del Canal.
