El último disco de la californiana llega junto al nacimiento de su hija
Después de mil tormentas y de tocar fondo, Katy Perry recupera su sonrisa con Smile. El disco, cargado de ritmos ochenteros y buenas intenciones, es lanzado un día después de que Orlando Bloom y ella hayan sido padres por primera vez. La selección de singles previa a la salida del álbum ha resultado ser, sin lugar a dudas, el mayor error de su equipo. Eso sí, nadie puede negar que Never Really Over debió convertirse en un auténtico hit hace meses. Lo mismo sucede con Harleys in Hawaii. Sin embargo, más allá de esos temas, ninguno de los sencillos posteriores ha terminado de convencer.
La primera canción nueva es Cry About It Later, seguida de Teary Eyes. Ambos temas se han convertido junto a Not the End of the World en los favoritos de los fans y, para qué mentir, pudieron ser el pistoletazo de salida perfecto para Smile. Only Love y Champagne Problems, por su parte, destacan por encima de la media. Otras, como Resilient o What Makes A Woman, pasan un poco sin pena ni gloria en un tracklist demasiado corto. La artista siempre ha destacado por discos elaborados. Esta vez ha cambiado la fórmula y con 12 canciones diferentes en la edición digital y standard (la física deluxe tiene dos más) ha construido Smile.
Un disco sin riesgos
En los últimos años, hemos visto a una artista preocupada por su descenso, agobiada por los focos y centrada en “volver a gustar”. El mundo de la música es un poco veleta y hoy te pone en la cima pero mañana te lleva a lo más bajo. Con todo eso aprendido, la californiana se ha dado cuenta de que cuidar a los más fieles siempre es la jugada maestra. Por eso hay portadas alternativas (una incluso es un edit que encantó a los KatyCats) y muchas propuestas visuales.
Katy Perry no ha reinventado el pop con Smile. Es más, en ningún momento lo ha pretendido. La intérprete ha preferido optar por dar a sus fans eso que siempre ha sabido hacer bien. La crítica, sin embargo, parece no entenderlo. Tampoco hay que olvidar que son los mismos que tacharon a Teenage Dream de mal álbum. Al final, el éxito va un paso más allá. Smile puede no ser exactamente la mejor versión de la intérprete pero, a estas alturas, eso ya da igual. Tras una pandemia, un embarazo eterno y una promoción centrada en la atención a sus seguidores, este disco llega para mantener la carrera de la californiana. Katy Perry recupera su sonrisa con Smile y, la verdad, no debió haberla perdido nunca.
Nota final para Smile de Katy Perry: 75/100
