La era del ‘Free Marketing’

Sorprende cómo el ‘Free Marketing’ está continuamente a nuestro alrededor y sobre todo cómo somos nosotros, inconscientemente, quienes lo llevamos a cabo

Javier Cendrero

Dese por sabido que un servidor no domina el ámbito de la publicidad y el marketing. Simplemente es un curioso, amante de los datos y adicto a analizar todo lo que le rodea. El tema que voy a tratar desconozco si tiene un término específico dentro de la jerga publicista o si es algo básico para cualquier estudiante de marketing, pero desde luego lo considero interesante para el lector. Tras esta introducción, cuya función es actuar a modo de escudo o coraza frente a los voraces haters, me dispongo a hablar y abrir el debate con vosotros: ¿Estamos ante la era del ‘Free Marketing’?

No dudo yo del nivel de inglés de ustedes, aun así, el concepto de ‘Free Marketing’ es tan sencillo de entender como traducirlo literalmente y darle el sentido lógico que ofrecen las palabras: Marketing gratuito. Es decir, usar distintas técnicas con el objetivo de mejorar la comercialización y venta de un bien o servicio. Ahora, vamos a adentrarnos en el meollo del asunto con el mejor instrumento posible para entender las cosas: los ejemplos.

El free marketing: una técnica milenaria

Hace 3,5 millones de años, Paul un Australopithecus muy inocente descubre una zona donde recolectar las mejores maderas para fabricar lanzas y se lo cuenta a su mejor amigo. Éste hace lo mismo con su progenitora y así continuamente. Como resultado, todo el mundo conoce la localización y el valioso material se agota. Esta absurda historieta que me he permitido redactar representa lo que todos conocemos como el boca en boca. Una técnica que prosigue en la actualidad, ha evolucionado y que representa los inicios del ‘Free Marketing’. Porque dejando en un segundo plano a nuestros amigos primates, que bastante protagonismo han tenido ya; ¿Qué marketing o publicidad supera a la recomendación de un ser querido?

La Rosalía, la reina del free marketing

Rosalía Vila no podía faltar en este artículo. Muchos se quejan de la omnipresencia de la artista española en cualquier ámbito. El éxito ajeno les chirría a algunas personas, acto que surge cuando alguien realiza bien las cosas. Lo gracioso es que este comportamiento por parte de sus haters tiene como resultado “freemarketinear” a quien es el centro de sus críticas, poniéndola en boca de todos.

No es que la cantante de ‘Bagdad’ haya llegado donde está por el ‘Free Marketing’, pero sí que se ha apoyado en él, lo ha utilizado como propulsor y es parte importante de su proyecto. Su segundo disco ‘El Mal Querer’, con el que obtuvo el reconocimiento tanto de la crítica como del público, era conceptual. El álbum poseía un hilo conductor entre las canciones que provocaba que estas se unificaran en torno a una idea narrativa que le otorgaba una cohesión a la obra. Rosalía no tomó esta decisión meramente por darle sentido al disco o una cuestión estética, detrás había una maravillosa estrategia de ‘Free Marketing’.

Esta idea llenó la red de cuantiosos análisis en páginas webs y de videos de YouTube comentando dicha conceptualidad. Para más inri, el videoanálisis de un youtuber musical (Jaime Altozano) tuvo una espectacular viralidad y Rosalía decidió sorprendentemente, nótese la ironía, responder una a una cada reflexión de Jaime en sus historias de Instagram. Más de treinta videos que casualmente, dos años después, siguen destacados en su perfil de la red social.

El calificativo de ‘reina’ no se le puede adjudicar a alguien tan fácilmente. La catalana no da puntada sin hilo y es que la importancia del free marketing radica en que no parezca marketing. Todos sus videoclips están repletos de simbologías (el rojo flamenco, imágenes cristianas o referencias taurinas) que tienen el mismo efecto que la cohesión de su disco: artículos, comentarios, videos y análisis. Y todo esto es igual a ‘Free Marketing’. Rosalía no paga por que lo hagan, incita a ello con su producto.

Que cada actuación suya en directo sea motivo de expectación y llene titulares o la apropiación de símbolos (las uñas) y sonidos (“Trá trá”) por parte de la artista, aunque no lo parezca, forma parte de lo que hemos denominado arte milenario. Todos los comentarios que suscitan este tipo de características hacen que volvamos a la base del free marketing: un boca en boca que provoca que Rosalía esté a la orden del día.

Rosalía es sinónimo de talento y dedicación. Este último calificativo abarca todo lo que acabamos de comentar y mucho más que nos dejamos en el tintero. Lo cuidado y medido que tiene todo su proyecto es digno de admirar y elogiar.

Con este artículo seguimos contribuyendo a este fenómeno que ella tanto domina, y yo solo puedo decir: Enhorabuena Rosalía.

Fragmento de ‘Aute Cuture’ de Rosalía.

EL PROGRESO TECNOLÓGICO, EL GRAN ALIADO DEL FREE MARKETING

Gran parte de lo mencionado anteriormente tiene efecto gracias a la digitalización de los medios y al auge de las redes sociales. Estas últimas son quienes le han dotado de tanta evolución e importancia al concepto de ‘Free Marketing’.

Pongámonos en situación con más ejemplos. ‘El juego del calamar’ es el nuevo éxito mundial de Netflix. Obviamente la plataforma siguió su estrategia de siempre y promocionó la serie a través de sus técnicas habituales, pero; ¿Cuál es el elemento diferencial que ha llevado el éxito de la producción a un nivel que ni ellos mismos esperaban? Efectivamente, el ‘Free marketing’.

Éste puede ser incluso no intencionado. Desde el día de su estreno no han parado de sucederse críticas, artículos y análisis en Youtube, fue trending topic durante más de seis días consecutivos y no había red social en la que no hubiese algo relacionado con la ficción. Aquí surge otro gran aliado para las películas y series cuando el fenómeno del ‘Free marketing’ se pone a funcionar a gran escala: la presión social. Como resultado de esta abundancia de contenido tan accesible, el espectador se ve obligado a decidir entre verla YA para evitar los famosos spoilers y el estar fuera de las conversaciones del día a día o dejarlo pasar y enterarte de lo que realmente no quieres. Decidas lo que decidas eres una víctima del ‘Free Marketing’.

El juego del Calamar
‘El juego del calamar’, la serie del momento (vía Netflix)

Otro ejemplo de actualidad (lo siento boomers este artículo no es para vosotros) es TikTok. La red social que más ha crecido en los últimos dos años es quizás el mejor ejemplo de ‘Free Marketing’ intencionado por parte de la industria musical. Empezó no siéndolo, pero según la red social iba ganando relevancia la no intencionalidad fue desapareciendo. Me refiero a los maravillosos trends de baile que se asocian inmediatamente a una canción y que, en caso de éxito, llevan una relación directa con la entrada en listas de Spotify y el aumento de reproducciones. Que se lo digan a ‘Jerusalema’ o al ya archiconocido ‘Bloque de hielo’.

No os creáis que solo TikTok colabora con el ‘Free Marketing’, desde que Instagram añadió la opción de incluir música en las historias, cada vez que alguien sube una canción está “promocionándosela” a todos sus seguidores, algo que a lo mejor el propio artista no había conseguido.

Ahora llegamos al último ejemplo, mi favorito. Cuando la técnica es excesivamente descarada y encima les funciona a la perfección. Los guionistas de ‘La Casa de Papel‘ manejan al dedillo esta situación. Ponen en la narrativa, a modo de caramelito, frases que saben que la gente va a venerar y por lo tanto compartir en Twitter, Instagram o en la calle. Netflix sabe muy bien esto y aporta su granito de arena subiendo el mismo día del estreno un meme casualmente con esa frase que a la gente tanto le gusta. ¿No caéis ahora mismo? Pues el ejemplo más claro es el símil de Denver entre Tokio y un Maserati.

Esta era del ‘Free Marketing’ se debe en gran parte a las facilidades que tenemos para subir o acceder a distinta información. Lo más interesante de este fenómeno es que es muy difícil saber cómo va a funcionar. Contado el ejemplo de Rosalía y alguna de las herramientas más prácticas para llevar a cabo esta técnica puede parecer fácil. Sin embargo, si alguien tan insignificante como yo ha percibido toda esta información, imaginad todo lo que maquinarán las distintas industrias. Es sorprendente como el ‘Free Marketing’ está continuamente a nuestro alrededor y sobre todo como somos nosotros, inconscientemente, quienes lo llevamos a cabo.

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