La nueva serie de la NBC traída de la mano de HBO nos presenta un maravilloso musical cargado de clichés que solo ve su protagonista.
Fernando Diego
Alguna vez has pensado en cómo sería vivir en un musical? En qué se sentiría al ver a tu familia y amigos cantarte sus sentimientos a la mínima de cambio? Pues esto le pasa a Zoey Clarke, una joven programadora que sufre un terremoto haciéndose una resonancia lo cual causa que una lista interminable de canciones que hay en el ordenador de la misma se le metan en el cerebro (de una manera que no terminan de dejar muy clara). Desde ese momento Zoey comienza a ver a la gente de su alrededor, normalmente amigos, familiares o conocidos; cantarle sus verdaderos sentimientos que deciden callarse. Aunque hay un problema: Ella es la única que puede oír y ver esos números musicales y la única que puede ayudar a esas personas a solucionar la situación que les hace cantar esa determinada canción. AQUÍ tienes el trailer
Este me parece un gran planteamiento que da mucho juego ya que, al ser un poder inventado que no se había explorado antes, no tiene unas reglas definidas y estás se pueden ir descubriendo sobre la marcha. Además también permite hacer una serie con argumentos episódicos bastante buenos a la vez que se mantienen algunas tramas durante la temporada que van avanzando con un par de canciones en cada episodio, lo cual han sabido hacer bastante bien.
Descarado uso de clichés pero con algunas innovaciones.
Uno de los pocos problemas de la serie musical (junto a su ocasional previsibilidad argumental) es el constante uso de clichés tanto en personajes como en tramas. A partir de aquí hay spoilers, continúa solo si has visto la serie (o si te da igual todo).
Hacen uso de algunos clichés muy usados como: el mejor amigo de la protagonista enamorado de esta , la dualidad romántica en la que hay que elegir , que solo haya un personaje LGTB+ y este sea el amigo gay que siempre sirve de alivio cómico menos cuando se habla de su duro pasado/presente; la familia tradicional de padre, madre, hijo e hija; etc.
Esto hace que la trama sea un poco previsible y pesada en algunos momentos, aunque esto se salva gracias a los números musicales, los cuales cogen los clichés y juegan con ellos al hacer a Zoey consciente de ellos en todo momento (Max le canta varias canciones de amor en el primer episodio, la dualidad se presenta en cuanto conoce un poco a Simon y ya sabe que tendrá que elegir aunque le cuesta y sabe que le aportan ambos, consigue sacarle más capas a Mo a parte de la de “amigo gay”, se da cuenta de que su familia no es tan perfecta y tienen sus fallos y problemas, etc). De esta manera se crea una dualidad bastante buena en la que se rompen los esquemas tradicionales y se juega con los propios clichés, llegando a romper con estos (lo cual no significa que no este mal hacer tanto uso de ellos).
Un sutil final abierto que deja sensación de cerrado
Cuando me terminé el último capítulo experimenté una sensación extraña. Inmediatamente pensé que había terminado tan bien y tan suave con los 15 últimos minutos de números musicales en torno al funeral que lo daba por cerrado. Hasta que empecé a pensar en las tramas principales y me di cuenta de que la mayoría las habían dejado abiertas.
Zoey sigue sin decidirse entre Simon o Max, el sobrino de Zoey, Max se ha quedado sin trabajo, Bonie, la vecina agorafóbica, etc. Esto me hizo darme cuenta de que, al querer hacer un número musical final bonito , no pusieron énfasis en ninguna trama sin resolver. Haciendo así que no haya cliffhanger y que el espectador pueda llegar a olvidarse de esta serie y no exija segunda parte.
Una buena serie para pasar el rato y escuchar buena música
En conclusión, esta serie está muy bien si quieres entretenerte y distraerte de tus quehaceres durante un rato. Pese a tener algunos problemas como los clichés o el sutil final estos son salvados por las actuaciones y el humor. Por no mencionar los increíbles números musicales con canciones variadas y conocidas que pueden gustar a todo el mundo. En definitiva, si quieres pasar un buen rato miratela, no pierdes nada. Y si no te apetece vete con la música a otra parte.
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