‘Adorable’: la película noruega producida por Joachim Trier, el aclamado director de ‘La peor persona del mundo’
‘Adorable’ (originalmente como Elskling, 2024), escrita y dirigida por la noruega Lilja Ingolfsdottir es, en pocas palabras, la supervivencia a una ruptura. Con un guion autoral, y a lo largo de sus implacables 101 minutos, atraviesas un viaje doloroso, aterrador, inconsolable y frustrante (tal vez incluso un poco más para los espectadores). Renace en este largometraje la importancia de quererse antes de atreverte a querer.

Cuando conocemos a María, muy en el inicio de la película, la vemos como una mujer despierta, con muchísima vida. A pesar de una relación fallida y con dos hijos de por medio, María no ha renunciado al amor. Al menos no desde que el hombre de sus sueños aparece por la puerta -literalmente-. A partir de ahí, tras una serie de casualidades propias del mundo en el que habitamos, María parece encontrar por segunda vez al amor de su vida. Sin embargo, los años pesan y la adoración se desgasta. Las palabras y el silencio empiezan a doler y todo alrededor queda desterrado al pasado, a otro tiempo y a otras personas. Avanzar ahí, con la promesa de nuevas oportunidades y el corazón roto, es lo complejo.
Como se anuncia rápidamente en la película ‘500 days of summer’, esta no es una película de amor. Por supuesto que lo hay, que existe y se nos enseña. Lo hace en un montaje precioso de ritmo, de encuadres majestuosos y una oda a la idea del amor. Sin embargo, Lilja elige utilizar esta intensidad propia para centrarse en el otro lado de la moneda. Las sombras del dolor y del abandono van llenando el espacio y el tiempo. La corrupción de las buenas intenciones reflejan todo lo que termina estando mal. La soledad parece encontrar forma en el antagonista. La inseguridad de no ser suficiente termina alejando todo y a todos. No cree merecer el amor que le dan.

‘Adorable’ tampoco es otra historia más de superación. Apuesta todo al guion y hace a la protagonista una mujer con carácter y enfadada. Doy mucho vueltas a algo que me ocurrió al salir de la sala del cine. Había un hombre rodeado de algunas mujeres algo mayores. Todas le hacían caso y pensé que debía ser alguien importante. Ese hombre, muy seguro de sí mismo, les dijo: “¿Habéis entendido la película? Las mujeres son unas falsas. Unas mentirosas”. No me quedé a escuchar las respuestas de ellas, que estoy segura de que las tenían. Él es quien no entendió la película.
Yo también he odiado a María. La he odiado al verla desbordada, muy al principio del largometraje noruego. Me ha dolido su ira, esa forma de desprenderse de cada poro de su cuerpo. Sus ojos, llenos de furia. Su pelo, siempre despeinada. Constantemente en el borde, esperado el detonante del próximo conflicto. Todo esto medizinrezeptfrei24.de hasta que entiendes la película. Madre de cuatro hijos, dos en plena época de pubertad. Un padre ausente por iniciativa propia, capaz de renunciar a uno de los fines de semana de custodia. Otro siempre trabajando. Demanda infinita de cariño e inexistencia de tu ser individual. Detrás de todo el fuerte carácter en el que se esconde lo obvio, están los detalles. Está la tristeza sutil.

Por otro lado, el fin del amor no solo afecta a los responsables directos. La nube negra se expande a los hijos, a su relación. Su hija mayor refleja el mayor conflicto. Nota más que ninguno la ausencia de su madre, siente desprecio hacia ella y busca mostrarlo en cada encuentro. Quiere abandonarla e irse con su padre (sin entender que él casi seguro quiere evitar esa responsabilidad, la de padre). María busca ayuda en una amiga, que parece quedarse en la superficie de todo. Finalmente, una visita a la abuela materializa la falta de cariño. María es recibida en la que fue su casa con arrogancia, transformada en desprecio. Arroja la visita a una discusión, que solo termina con la palabra que corta como el filo de un cuchillo: “Márchate“.
Al extremo del dolor, cuando María se encuentra de frente con la sensación de estar sola en el mundo, es cuando admite la necesidad de ayuda. Una psicóloga que busca salvar su relación amorosa termina por salvarla a ella. Los mejores diálogos se engloban en estas escenas. La evolución de María se enmarca tumbada en el sofá, dejándose cuidar. A partir de ese instante, el cambio se materializa. Más tarde, el café, lo que hubiese sido, lo que podría ser. Un final que cede el espacio al espectador para que elija el camino de María. Lo único que importa es que ella estará bien.
‘Adorable’ ya se encuentra disponible en salas de cine.




























