La tan esperada película de Yorgos Lanthimos ‘Poor Things‘ llegó a España el pasado viernes 26 de enero entre muchas críticas y expectación
‘Poor Things’ ha conseguido establecerse como una de las películas de las que más se está hablando, trayendo consigo opiniones de todo tipo, desde la duración a los temas tratados en ella.
Yorgos Lanthimos es reconocido por la creación de universos únicos y con toques fantásticos en los que es fácil reconocerse, como ocurre con su aclamada película La langosta, estrenada en 2015. Los personajes de Poor Things se presentan rodeados de rarezas e incógnitas, que con el paso de la película se van a ir resolviendo aunque manteniendo ese aura característica de las películas de Lanthimos. Con críticas de todo tipo, es innegable que el universo que se crea es algo reconocible dentro de la magia que lo rodea.
Una larga duración para algo muy complejo que contar
Una de los factores que han dado pie a las críticas es la duración de la película: nada más y nada menos que 2 horas y 20 minutos en los que se alterna entre diversos países e incluso diversas paletas de colores: entre una escala de grises a colores vívidos y casi antinaturales. 140 minutos en los que se narran las cuestiones y problemas del desarrollo de una mujer cuya mente no se corresponde con su cuerpo, poniendo al espectador en un debate intelectual y moral constante, al filo entre el horror y la comedia.
Detrás de la creación del universo de Poor Things
Asimismo, aparte de la historia una de las cosas que hacen que la película sea única y haya llamado tanto la atención del público es la escenografía, a cargo de Zsuzsa Mihalek, que ha conseguido representar la esencia de un tiempo pasado pero con unas claras influencias futuristas que le dan el toque característico a la película, consiguiendo representar diferentes ciudades como Lisboa, París o incluso Alejandría.
Criaturas del pasado y del futuro.
La historia es una adaptación de un libro con el mismo nombre del autor Alasdair Gray, publicado en 1992 que es un claro homenaje a las novelas fantásticas victorianas, pero sobre todo al Frankenstein de Mary Shelley, pero subvirtiendo los papeles para casi ponerla a ella como la protagonista. De esta forma Lanthimos ha conseguido crear una historia basada en el pasado y sobre la experiencia de la mujer en la época pero evitando lo que podría decirse un final esperado, aunque sin edulcorar la realidad de la época que quería representar, haciendo así un relato moderno sobre algo fantástico del pasado.
La representación de la experiencia humana.
Esta película se ha sumado a la nueva ola de la representación de la experiencia de las mujeres en el cine a través de metáforas, que, igual que la multimillonaria ‘Barbie‘ ha recolectado críticas de todo tipo. Ambas son historias sobre el crecimiento y la creación del ser como algo que se completa al llegar a una determinada edad adulta, concluyendo (en el caso de Poor Things) con un plano que resume la satisfacción personal del personaje: se ha convertido en lo que siempre había querido ser: una mujer completa. Pero una de las cosas que se dejan claras es que la edad física y mental es un concepto abstracto, Bella no deja de aprender en todo el filme, por lo que no tiene por qué dejar de hacerlo nunca.